Por otra parte, con la llegada del tuning, algunos conductores deciden cambiar su silenciador por motivos meramente estéticos, para incorporar un aire diferente a este elemento visible de su automóvil. Se trata, en estos casos, de una cuestión meramente ornamental que sigue diferentes modas y tendencias y que no siempre se encuentran plenamente justificadas.
Cuándo cambiar el tubo de escape
Como regla general, se dice que la vida media de un silenciador de coche se sitúa en torno a los 80 000 km, excepto cuando permanece mucho tiempo inmovilizado o se utiliza con excesiva frecuencia en desplazamientos cortos. En el primer caso, será necesario cambiar el tubo de escape antes a causa de la humedad acumulada, que causará una dañina corrosión en el tubo de escape. Algo semejante sucede con los trayectos cortos, inferiores a 10 minutos, durante los cuales la línea de escape no se calienta bastante como para evaporar toda el agua acumulada. La necesidad del cambio de tubo de escape, además, queda sugerida por una serie de indicadores que todo el mundo puede percibir, entre ellos, el sonido de golpes metálicos procedentes del suelo -un claro indicio de que las piezas se están desoldando y se mueven-, un aumento injustificado del consumo de combustible o un ruido cada vez mayor al acelerar.
Cómo cambiar el tubo de escape
Habitualmente, reemplazar el sistema de escape de un vehículo resulta bastante caro en cuanto a dinero y tiempo. Este sistema se compone de colector, catalizador, silenciador, tubo de escape y cola, y todo debe funcionar correctamente para asegurar un óptimo rendimiento. Es importante, además, asegurarse de que las nuevas piezas y modelos utilizados están homologados y serán validados y aceptados por la ITV. Especialmente en casos de tuning, algunos de ellos son verdaderamente espectaculares y vistosos, pero no cumplen con las normas y reglas de circulación comúnmente aceptadas. Por eso, en general, mejorar la estética o conseguir una sonoridad más evocadora no suelen ser motivos suficientes para emprender esta iniciativa.
Desmontaje y montaje del tubo de escape
Para cambiar el tubo de escape, lo primero que hay que hacer es esperar a que el coche esté frío, con el fin de evitar quemaduras. Con un elevador, y tras identificar las piezas que han de sustituirse, suele ser necesario realizar un corte preciso antes de quitar los dos o tres tornillos que fijan el silenciador y desmontarlo. A continuación, se impregnan con grasa de grafito las piezas a juntar, se instalan con cuidado todos los accesorios, se alinea y se aprieta la línea completa de escape y se comprueba, arrancando el motor, que todo está correcto y no se producen fugas.