Hay que tener en cuenta que para calcular la distancia de detención se debe considerar no solamente la distancia que recorre el vehículo tras accionar el freno, esto es, la distancia de frenado, sino también la distancia recorrida antes de tener tiempo de pisar el freno.
Esta distancia se conoce como distancia de reacción y, si bien puede variar en función de las características del conductor y de su nivel de atención, la DGT la calcula suponiendo que el conductor se encuentra en perfecto estado físico y psíquico y que su nivel de atención es óptimo. Así pues, debe ser considerada como la distancia de reacción mínima.
Cálculo de la distancia de frenado con el pavimento seco
Con el pavimento seco y a 50 km/h son necesarios 24 metros para poder detener completamente el vehículo. A 90 km/h la distancia aumenta hasta los 57 metros, mientras que circulando en estas condiciones a 120 km/h son necesarios 90 metros para detener el vehículo.
Es muy importante tener en cuenta estos valores para saber la distancia mínima que hay que mantener con el vehículo de delante. Es habitual observar cómo los coches que circulan por los carriles más rápidos son los que más se pegan a los vehículos que les preceden, cuando deberían ser los que más distancia guardaran para evitar cualquier percance.
Si el coche que les precede reduce un poco la velocidad por cualquier motivo es imposible que el conductor de detrás consiga reaccionar a tiempo para evitar la colisión. El hecho de conducir a poca distancia del coche de delante contribuye a poner nervioso al conductor del otro vehículo, lo que puede dar origen a un accidente.
Distancia de frenado de un vehículo con el pavimento mojado
Si es importante conocer la distancia de seguridad con el pavimento seco, todavía lo es más ser consciente de que con el pavimento mojado esta distancia aumenta notablemente. La causa es, lógicamente, la menor adherencia de los neumáticos al asfalto.
De este modo, aunque la distancia de reacción sea la misma, la distancia de frenado se multiplica por dos. Circulando a una velocidad de 50 km/h con lluvia, la distancia de detención es de 34 metros. Si se circula a 90 km/h la distancia de detención aumenta hasta los 89 metros, mientras que a una velocidad de 120 km/h se necesitan 146 metros antes de poder detener el vehículo completamente.
Buenas prácticas al volante
Conocer estas distancias y respetarlas al salir a la carretera es de vital importancia para evitar accidentes. Asimismo, conviene cerciorarse de que el vehículo se encuentre en perfecto estado antes de emprender el trayecto. Y es que unas ruedas desgastadas aumentarán de forma notable la distancia de detención de cualquier vehículo. Así pues, la prudencia al volante y el correcto mantenimiento del vehículo son los dos elementos imprescindibles para circular con seguridad.