A menudo tendemos a hacer realidad el refrán de "burro grande, ande o no ande" sin pensar en otra cosa que no sea tener lo mejor. Esto, por supuesto, también se extrapola al mundo de las cuatro ruedas. ¿Quién quiere un utilitario de 75 CV pudiendo tener un deportivo de 400? Sin embargo, y dejando atrás las exageraciones, muchos no caen en la cuenta de que a un coche normalito también se le puede sacar un rendimiento adicional con apenas unos retoques realizando una inversión modesta. Veamos cómo potenciar el motor de un coche...
Cómo aumentar la potencia de un motor físicamente
A nivel físico hay muchos detalles que pueden convertir un vehículo de gama baja en un coche capaz de ofrecer un rendimiento espectacular que sorprendería incluso al concesionario que lo vendió. Uno de los mejores consejos es hacerse con un kit de admisión de rendimiento deportivo para sustituir el que trae el vehículo. Con ello se pueden conseguir desde unos 3 CV adicionales hasta 10 CV extra, todo depende de la potencia de serie con la que cuente el propulsor.
Un nuevo sistema de escape de los gases es también fundamental. Aumentar el flujo de escape eliminando curvas innecesarias y haciendo mayor el diámetro de las tuberías es una buena forma de hacer que un motor rinda de una forma más efectiva consiguiendo unos caballos de más.
Aumentar la potencia de motor electrónicamente
Aquí es donde la mayoría de fabricantes suelen establecer el límite que rebaja la potencia de muchos coches. La centralita electrónica que actualmente se monta en cualquier vehículo es capaz de controlar hasta el último detalle de la mecánica, por lo que es una pieza esencial si se busca cómo aumentar la potencia de un motor. No es necesario sustituirla por una nueva, ya que basta con reprogramarla de forma efectiva para que el coche rinda a una potencia y a unas revoluciones que son prácticamente inimaginables (estas son las ventajas de reprogramar la centralita.) Eso sí, será mejor que recurras a expertos en la materia, ya que puede comprometer algunos de los componentes del vehículo.
Precauciones a la hora de aumentar la potencia de un motor
En lo que se refiere a los cambios físicos, especialmente los de ruedas o la eliminación de piezas pesadas del interior del habitáculo, hay que tener en cuenta siempre las especificaciones de seguridad que la DGT marca como obligatorias. Incumplirlas es fuente de problemas técnicos y, además, bastante peligroso.
La parte electrónica es mucho más delicada porque podría acabar fácilmente con el rendimiento del motor. Por ello, existen unos límites lógicos de mejora que no deben superarse. Dependiendo del modelo, la potencia puede llegar a aumentarse hasta en un 20 %, aunque esto no suele ser lo general. Lo más común es poder disfrutar de mejoras en la centralita que lleguen a otorgar al conductor la posibilidad de disfrutar hasta de un 10 % más de potencia. No es recomendable superar este porcentaje por precaución tanto a niveles de seguridad como de integridad de la mecánica del coche.