Es lógico asociar potencia y velocidad y puede llegar a serlo pensar que no hace falta potencia porque, en España, no podemos conseguir más que cierta velocidad máxima. Pero un coche potente suele llevar emparejado elementos mecánicos, de confort y de seguridad mejores que un coche más sencillo. Esa es la clave. Frenos, suspensiones, asientos, seguridad a todos los niveles, equipamiento de confort.
En este vídeo, hablamos acerca de los elementos de los coches que nos beneficiarían sin entrar en lo que pueden correr o no y puedes ver lo que te contamos.
Fabricantes como Porsche elevan las prestaciones de sus modelos, ya sean de gasolina, como el 911 GT3 RS, o eléctricos, como el Taycan en Nürburgring.
También son coches que suelen contar con todos los adelantos, cosas que vemos antes en los "concept car" como el Cadillac Celestiq EV. O que puedes llegar a convertir tú, recurriendo al "Tuning" como el Audi RS e-Tron GT
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Los frenos, amigos de la potencia
Poder acceder a un coche potente suele ser sinónimo de tener un coche con buenos frenos. La mayoría de conductores, cuando nos sucede un imprevisto y nos asustamos, pisamos el freno. Al frenar, buscamos detener el vehículo. Los coches potentes llevan frenos con mayor capacidad de deceleración porque las pinzas son más potentes, los discos más grandes y, además, tienen mayor resistencia a la fatiga. Especialistas como Brembo o Akebono suelen colaborar con los fabricantes de coches para, directamente, suministrar sus equipos para los coches de serie.
Al frenar, generamos calor. Es importante que ese calor se disipe lo antes posible para tener los frenos en condiciones óptimas.
Por ejemplo, un coche popular de buena calidad como un Seat Ibiza, frena de 120 km/h a 0 en unos 55 metros; si miramos los datos de un coche de altas prestaciones como un Porsche 911, vemos que necesita 46.
La diferencia son 9 metros. Puede que no parezca mucho 9 metros, pero en según que circunstancias, puede ser la diferencia entre estamparte contra el camión que se ha saltado el Stop o no.
Por suerte, todos los coches modernos tienen de serie ABS, que impide que, por muy fuerte que pisemos el pedal del freno, nunca se van a bloquear las ruedas. Además, lleva emparejada la distribución electrónica de la fuerza, por lo que, en principio, podremos frenar todo lo fuerte que queramos y durante todo el tiempo que queramos en medio de una curva, que el coche no hará extraños y se detendrá.
En caso de emergencia, con un coche con ABS, pisa el pedal de freno con todas tus fuerza y no dejes de pisar hasta que el coche se pare.
Neumáticos, bien para el agarre
Lo primero es tener el neumático que sea bien hinchado, es decir, con las presiones correctas. Un neumático de altas prestaciones consigue más agarre en las curvas. Suelen estar fabricados por empresas de la talla de Michelin, Bridgestone, Pirelli o Yokohama que, además de ser independientes, colaboran con los desarrolladores del coche para, en conjunto, hacer unos neumáticos buenos para el modelo. Con respecto a un neumático de peor calidad, es capaz de hace la curva más cerrada y más rápido, por lo que trabaja mucho más cómodamente a menor velocidad.
Suelen tener menor altura, el flanco es menor, por lo que tienen mayor capacidad direccional y eso hace que el coche sea más manejable. Pero son más incómodos, por tener menor capacidad de amortiguación, y avisan menos de la llegada de límite de adherencia.
En general, es bueno tener un neumático ancho y de altas prestaciones, pero debes saber que suele repercutir en un mayor consumo y, en caso de lluvia, un neumático ancho es más propenso al aquaplaning.
La suspensión, firme por favor
Normalmente, un coche con una suspensión firme y barras estabilizadoras calibradas para un compromiso entre confort e inclinación, suele tener mucho mejor comportamiento en curva que un coche con las suspensiones más blandas y/o sin barras estabilizadoras. Cuando la carrocería se inclina genera más inercia y, al límite, aumenta las probabilidades de que el coche derrape o vuelque.
Los coches potentes suelen tener acceso a suspensiones graduables electrónicamente, tanto en dureza como, los más sofisticados, también en altura. Al ser más bajos, tienen menor centro de gravedad y las probabilidades de vuelvo disminuyen. Además, pueden jugar con la aerodinámica y mejorar los consumos.
La seguridad, mejor de serie
En Autoscout24 abogamos por la máxima seguridad preventiva, activa y pasiva de serie en todos los coches, independientemente de su precio o potencia. Poco a poco se va avanzando y, manteniendo el precio o no subiéndolo demasiado, todos los coches montan elementos como el nombrado ABS, airbags o sistemas de frenada automática.
Pero aún quedan muchos en opción o, incluso, solo exclusivos para las versiones más potentes y eso pone en clara desventaja al resto de conductores, que no pueden contar en su día a día con el avisador de ángulo muerto o el mantenimiento en el carril, por citar dos ejemplos.
El conductor, siempre alerta
No dejamos de insistir en que son máquinas manejadas por nosotros y debemos ser capaces de adecuar nuestra conducción al estado del vehículo y la vía, para que la seguridad y el placer de conducir partan de uno mismo.
Aunque a nadie le amarga un dulce y hacerlo desde unos asientos de cuero con masaje, calefactados o ventilados, con volante regulable de cuero, climatizador inteligente y rodeado de cámaras que velan por nosotros es mucho más placentero…
