Sin embargo, la realidad es que no todo el mundo sabe muy lo que es. En este artículo se explicará con precisión para que todo aquel que llegue a un concesionario de la firma para comprar un vehículo sepa lo que puede esperar exactamente de esta característica.
¿Qué significa 4Matic? Un poco de historia
4Matic es el nombre que Mercedes ha dado a todos los sistemas de tracción a las cuatro ruedas que equipan sus vehículos. Su peculiaridad es que fue desarrollado en exclusiva por Mercedes-Benz, por lo que ninguna otra firma en el mercado puede equiparlo. En concreto, su principal función es la de proporcionar una dosis extra de tracción en condiciones de asfalto resbaladizo, uno de los principales problemas que presentaban sus modelos hace algunas décadas. De hecho, este mecanismo no se puede considerar nuevo ya que fue diseñado para las furgonetas y todoterrenos de la Clase E allá por 1987, siendo Austria el primer país elegido para realizar las pruebas pertinentes de rendimiento. En sus inicios, los coches que lo equipaban necesitaban motores de gran potencia para poder circular con normalidad. Tanto es así que el primero que lo disfrutó contaba con uno de gasolina de 6 cilindros y 3000 cc.
Los modelos de la Clase E que, entre 1987 y 1991, equiparon la primera de las versiones del sistema de tracción 4Matic incluían una palanca junto al cuadro de mandos que permitía desactivar el sistema de forma hidráulica, si el conductor deseaba ahorrar combustible o, simplemente, no necesitaba utilizarlo porque las condiciones de la superficie sobre la que circulaba eran lo suficientemente buenas. Además, puesto que se trataba de un mecanismo que todavía no estaba plenamente desarrollado, Mercedes permitió esta opción para que el vehículo pudiese seguir moviéndose sin problemas en caso de que sucediese alguna avería o un problema en la centralita electrónica. Por su parte, esta característica se mantuvo en la segunda generación del sistema, la cual se lanzó al mercado entre 1992 y 1993. Sin embargo, presentó cierta inestabilidad, por lo que dejó de equiparse poco tiempo después, aunque hay que decir que los modelos que contaban con él podían desactivar su funcionamiento con solo pulsar un botón.
Habría que esperar hasta 1998 para ver la auténtica segunda generación del Mercedes 4Matic. En concreto, este fue equipado en la serie W210 y en el Mercedes-Benz Clase M SUV y, por primera vez, se asoció directamente a la tecnología de frenado ABS. Sin duda, esta es la versión que sienta las bases del mecanismo que perdura hasta nuestros días ya que también, como se explicará más adelante, utiliza un mecanismo de doble embrague entre ejes y sensores en las ruedas que se encargan de detectar cuando una o varias giran más rápidamente que el resto. La tercera generación, la cual está disponible desde hace ya algunos años, fue la primera que incorporó control electrónico de estabilidad, por lo que la conducción, además de agradable, es extremadamente segura en todos los sentidos. Esto derivó en que la marca empezase a equiparlo en todos sus modelos. Tanto es así que, en estos momentos, es posible encontrarlo en los Clase A, Clase B, Clase C, Clase E, Clase G, Clase S y CL anterior, Clase GLA, Clase GLK y GLC, Clase GL y GLS, CL-Class, CLS-Class, Vito y Viano y Sprinter 4x4.
¿Qué es 4Matic y cómo funciona?
El funcionamiento del sistema 4Matic es más complejo que el patentado por la mayoría de firmas del mercado de la automoción, aunque también resulta más sofisticado y, sobre todo, efectivo. A pesar de los avances que ha experimentado a lo largo de los años, este podría resumirse como un mecanismo que se encarga de distribuir la potencia mecánica entre los ejes trasero y delantero con una relación de porcentaje de 55/45 (detrás/delante) para así garantizar la máxima capacidad de tracción. Sin embargo, cuando es necesario por las circunstancias del asfalto y las condiciones climáticas, esta relación de porcentaje puede llegar a ser de 70/30 o de 30/70. Como es obvio, una centralita electrónica es la encargada de controlar y ajustar los parámetros para que este reparto se mantenga estable durante la marcha. En cualquier caso, ambos ejes están conectados y comunicados entre sí mediante un mecanismo de doble embrague a precarga que opera a 50 newtons por metro y que, además, actúa como diferencial autoblocante. Por su parte, en las ruedas se sitúa una serie de sensores de velocidad que las monitorizan permanentemente y que envían los datos a la centralita para que distribuya el par e incrementar el agarre a la superficie.
El sistema encargado de regular el par motor al que se ha hecho referencia recibe el nombre de 4 ETS, que son las siglas en inglés de Sistema Electrónico de Tracción (Electronic Traction System). Por ejemplo, si esta tecnología se percata de que cualquiera de las cuatro ruedas empieza a girar a mayor velocidad que el resto, automáticamente interpreta que está patinando sobre la superficie y procede a activar el sistema de frenado para ajustarla al movimiento del resto. En este sentido, a bajas velocidades es cuando se nota más su acción, ya que puede llegar a intervenir simultáneamente en 3 de las 4 ruedas. Esto se debe, fundamentalmente, a que utiliza una como referencia para ajustar la cadencia de rodadura del resto. Por su parte, el hecho de que actúe más activamente cuando se circula a pocos kilómetros por hora tiene su fundamento en que, habitualmente, cuando un conductor tiene que enfrentarse a una superficie resbaladiza, ya sea por motivo de la lluvia, de la nieve o del hielo, suele circular a escasa velocidad.
Como mecanismo de seguridad, 4Matic no se limita, única y exclusivamente, a controlar y estabilizar el rodamiento de las ruedas y su estabilidad, sino que también informa al conductor sobre el peligro que entraña la superficie sobre la que está circulando para que extreme las precauciones. De hecho, cuando la centralita se encuentra en la obligación de alterar la relación 55/45 a la que se hizo referencia anteriormente para garantizar la tracción y la adherencia de las ruedas, aparece un indicador luminoso en el cuadro de mandos que empieza a parpadear. Evidentemente, el conductor no percibe la acción del sistema mientras conduce, pero puede poner su grano de arena para que la conducción sea totalmente segura. Por su parte, al contrario de lo que sucedía en las versiones instaladas hasta 1993, ya no existen mecanismos que permitan desactivarlo cuando el conductor lo desea. En cambio, permanece latente cuando no es necesario y se activa automáticamente en función de la información enviada por los sensores de las ruedas.
4Matic: un sistema de tracción a las cuatro ruedas pensado para el uso diario
La mayoría de todoterrenos y vehículos utilitarios equipados con sistemas a las cuatro ruedas solo los activan, ya sea de forma automática o manual, en situaciones de conducción extrema sobre superficies con poca capacidad de agarre. Sin embargo, el desarrollado por Mercedes está pensado para ser de utilidad en cualquier circunstancia. Entre otras cosas, porque no incrementa el consumo medio de combustible del vehículo ni es perceptible por el conductor. Además, en estos momentos, puede catalogarse como el más ligero del mercado, lo que consigue que apenas afecte al peso total del coche en el que se instala. Tal es la confianza que la marca tiene en este sistema que no duda en organizar cursos de conducción sobre superficies complicadas, sobre todo cubiertas de hielo y nieve, para todo aquel que desee probar de primera mano sus capacidades.
Por su parte, uno de los grandes atractivos de este sistema de tracción a las cuatro ruedas es que afecta permanentemente a los dos ejes. Esto puede parecer una obviedad, pero lo cierto es que la mayoría de todoterrenos que equipan sistemas de este tipo solo envían tracción permanentemente a las ruedas delanteras y, puntualmente, cuando detectan que es necesario, a las cuatro. Como curiosidad, uno de los fundamentos sobre los que se postula ese principio que afirma que los vehículos 4x4 vuelcan con gran facilidad cuando toman una curva muy cerrada a velocidad elevada o sufren un impacto lateral es este. Sin embargo, gracias a esta innovadora tecnología de Mercedes, resulta prácticamente imposible que esto suceda en sus vehículos que lo llevan.
En definitiva, 4Matic es mucho más que un simple sistema de tracción a las cuatro ruedas al uso. Esto se debe, fundamentalmente, a que opera solo cuando es necesario en colaboración con el ABS y al control electrónico de estabilidad, lo que hace que conducir los modelos de Mercedes que lo llevan instalado sea una experiencia totalmente cómoda, agradable y, sobre todo, segura en cualquier circunstancia. Y es que, con nieve, lluvia, hielo o barro, estos coches se comportan con total fiabilidad en todo momento.