La llegada del otoño y, posteriormente, del invierno, trae consigo que nos acordemos de poner a punto determinados elementos de nuestro vehículo. En concreto, hoy el protagonismo se lo llevan los limpiaparabrisas pues sin ellos nuestras visión queda reducida a la nada en un día de lluvía.
Tenerlos en perfectas condiciones es algo indispensable para poder circular con seguridad pues de lo contrario aumentamos considerablemente las posibilidades de tener un percance. Además, si este argumento no te ha convencido (entonces no sabemos cuál más lo hará) también hemos de comentarte que unos limpiaparbrisas en mal estado podrían acabar por rayarla la luna del coche, incrementando considerablemente el coste de la reparación.
Las condiciones climatológicas extremas como el sol permanente o la nieve en los meses de invierno tienden a cuartear las gomas. Los productos químicos de algunos jabones también son dañinos en incluso si se queda pegado alguna partícula arenosa. De ahí queno solo sea indispensable cuidarlos, sino adelantarnos a la posibilidad de que haya que cambiarlos.
Por ello, a continuación, se explicará cómo instalar los limpiaparabrisas en cualquier vehículo de un modo muy rápido y sencillo.
¿Cómo poner un limpiaparabrisas? Factores a tener en cuenta
Normalmente, colocar escobillas en los limpiaparabrisas constituye una acción de mantenimiento que debe efectuarse cada dos años. Sin embargo, la estructura al completo solo tiene que cambiarse en caso de que sea estrictamente necesario, es decir, si se ha roto por un golpe o cualquier otro percance. De hecho, la mayoría de los conductores nunca tienen que hacer esta sustitución. En cualquier caso, si se detecta falta de movilidad o un comportamiento extraño al accionarlos, es imprescindible cambiarlos como medida de seguridad.
Una vez detectado el problema, llega el momento de acercarse a un taller o tienda especializada para comprar unos parabrisas. En este sentido, es muy importante asegurarse de que sean compatibles con el vehículo que se posee. Esto, generalmente, aparece reflejado en la parte trasera del envoltorio que los contiene, si bien es cierto que también es posible preguntar al encargado y evitar imprevistos. Una vez elegidos los adecuados, llega el turno de empezar la instalación del limpiaparabrisas.
¿Cómo poner un limpiaparabrisas? Proceso
Como es obvio, antes de colocar los limpiaparabrisas nuevos, es necesario retirar los antiguos. Para ello, hay que inspeccionar la base con el objetivo de comprobar si se cuenta con unos de tuercas o de clics, para lo cual es posible que haya que abrir el capó. Si se trata de los primeros, se precisa usar una llave de tuercas con un cabezal adaptable. Una vez que esté retirada la tuerca correspondiente, el siguiente paso será sacar el parabrisas entero, tras lo cual hay que limpiar la zona y colocar el nuevo, apretando la misma tuerca. Por otro lado, si es de tipo clic, basta con encontrar en la base una pequeña pestaña y abrirla, introduciendo en ella la punta de un destornillador plano y haciendo palanca. Para poner el nuevo, solo conviene hacer un poco de presión.
Una vez efectuado todo esto, ya solo resta comprobar que cumplen su función correctamente, es decir, que limpian el cristal de forma adecuada y que no producen ruidos extraños ni nada parecido. En caso de ser así, el vehículo vuelve a estar listo para empezar a circular sin ningún problema. Se trata de una sencilla medida de mantenimiento que resulta vital en materia de seguridad. Por ello, lo mejor es no descuidarla y llevarla a cabo siempre que sea conveniente.