El parachoques o guardabarros ocupa una parte visual muy destacada, una posición de preferencia al mirar cualquier vehículo. Por eso, cuando se han dañado, puede resultar interesante pintar guardabarros del coche para disimular esos defectos.
La prevención siempre debe ir por delante del arreglo. Al conducir el coche es importante mantener una actitud calmada, pacífica y prudente, que incluya una distancia de seguridad adecuada con el resto de los coches. Además, conviene comprobar las distancias al maniobrar para aparcar o salir de una plaza de garaje y poner los cinco sentidos en cada movimiento realizado. Pese a todo, la aparición de daños en el parachoques también depende del resto de los conductores, por lo que nunca resulta totalmente evitable.
Claves para pintar guardabarros del coche
Pintar guardabarros del coche puede resultar más sencillo de lo que parece. Para pintar un parachoques de plástico, el proceso a seguir comienza con su retirada de la carrocería, lo que aporta una mayor capacidad de maniobra y libertad de movimientos.
Si no es posible hacerlo, lo mejor es cubrir con papel de periódico todas las partes cercanas de la carrocería. A continuación, es importante lavar el parachoques con agua y jabón, antes de lijarlo para eliminar las irregularidades que puedan existir en su superficie. Después, se lava el guardabarros por segunda vez y se procede a aplicar tres capas de base para coches. Una vez seca, por medio de un aerógrafo, se ponen cuatro manos de pintura del color y las características elegidas y se dejan secar con paciencia, antes de volver a colocar el guardabarros en su lugar inicial.
Un método alternativo para pintar guardabarros del coche
Cada vez está ganando más protagonismo el pintado de partes del coche con spray, cuyo manejo resulta mucho más sencillo y no requiere contar con experiencia previa en el repintado de automóviles.
El proceso comienza con la aplicación de una capa de base idéntica al método anterior. Sin embargo, a la hora de aplicar la pintura con spray es preciso tener en cuenta que se requiere un mayor número de capas para conseguir el nivel de brillo inicial. El método es mucho más funcional y cómodo, aunque para su perfecta aplicación conviene contar con asesoramiento profesional a la hora de elegir los productos y colores que van a utilizarse.