La primera es la pérdida de hermeticidad a causa de microrroturas en su estructura (tanto en la parte exterior, como en el interior), provocadas por accidentes, choques durante el aparcamiento, cambios bruscos de temperatura, etc. La apariencia del faro puede ser muy engañosa: aun cuando no parezca tener ningún desperfecto, la realidad puede ser muy distinta, pues se trata de roturas a nivel microscópico imposibles de apreciar por el ojo humano. Por tanto, la más mínima grieta en el plástico o cristal puede provocar que aparezca la condensación en faros delanteros y traseros.
Problemas de contacto: la segunda causa de los faros empañados por dentro
Un mal ajuste de bombillas podría causar la aparición de humedad en los faros del coche. Si hubo un defecto en la instalación, en los puntos de unión entre la bombilla y el faro puede existir una brecha que dejará entrar al aire del exterior, lo cual podría ser otra posible causa de los faros empañados por dentro. Junto con el aire, también entrará la humedad que, en contacto con bombillas calientes, dará lugar a la condensación depositada en la parte interior de los faros.
Fallo de ventilación: otro posible motivo de faros empañados
Un sistema de ventilación obstruido por la suciedad podría explicar por qué se empañan los faros del coche. Por regla general, los fabricantes dotan la óptica automotriz con varios conductos de ventilación para que, si falla alguno, el faro pueda seguir funcionando. Sin embargo, con el paso de tiempo y el uso intensivo del coche, la humedad, el polvo y la suciedad se acumulan en los conductos de ventilación, obstruyéndolos en su totalidad. Esto, a su vez, impedirá la salida del calor generado por las bombillas y provocará que la condensación se deposite en el interior de los faros.
Cómo quitar la humedad del faro de un coche
Si los faros se empañan por dentro, esto indica que algo no va bien en su interior. Para detectar el origen del problema, hay que retirar el faro del vehículo e inspeccionarlo minuciosamente por fuera y por dentro en busca de posibles grietas, roturas y arañazos. Una vez comprobada la integridad de la óptica, llega el momento de examinar el estado de las juntas, así como el ajuste y la correcta posición de la bombilla. Si llegados a este punto, no se encuentra ningún desperfecto, es hora de comprobar y limpiar los conductos de ventilación en caso de que tengan suciedad. Las pequeñas fisuras en un faro se pueden cubrir con una cinta adhesiva transparente, como Extra Power Extreme, que destaca por ser resistente a la intemperie y totalmente impermeable. En caso de roturas mayores, será preciso sustituir el faro dañado por otro nuevo.