Aunque lo normal es que no sea necesario purgar los frenos salvo cuando cambiamos el líquido (algo que deberíamos hacer al menos una vez cada dos o tres años como máximo), a veces es necesario eliminar el aire que pueda haberse introducido debido, por ejemplo, a llevar bajo el nivel del líquido de frenos o tras haber sufrido un calentón y haberse formado burbujas al hervir el líquido.
Es en este caso cuando se hace necesario la purga de frenos, y es que un mal estado de los diferentes componentes que forman el sistema puede reducir la capacidad de frenado del vehículo, lo que, lógicamente, implica una pérdida de seguridad en la conducción.
Notar la necesidad de esta tarea es sencillo. Si al frenar se nota que el tacto de la maneta es esponjoso e incluso chicloso, el purgado se hace necesario. Estas sensaciones se deben a la presencia de burbujas de aire dentro del circuito hidráulico encargado de accionar los frenos.
Hay que tener en cuenta que el líquido que llena el conducto tiene propiedades para no comprimirse en absoluto garantizando la transmisión de la mayor fuerza posible de frenado. Cualquier elemento extraño que haya en el circuito hace que la eficiencia del conjunto desaparezca y con ella la seguridad.
¿Qué necesito para purgar los frenos del coche?
Antes de entrar a responder la pregunta sobre cómo purgar los frenos se hace necesario saber los elementos que son necesarios para que el trabajo se lleve a cabo de forma adecuada. Como es normal, un poco de líquido de frenos en perfectas condiciones es necesario para rellenar el espacio que han ocupado las burbujas de aire dentro del circuito.
Si no se sabe exactamente cuál es el tipo de líquido que usa un modelo concreto, no hay problema. Justo en la parte superior de la tapa del depósito se indicará si es de tipo DOT-4 o DOT-5. Basta con comprar uno similar para comenzar la tarea. Un par de destornilladores y llaves Allen también hacen falta para desmontar y volver a montar las distintas partes del sistema de frenos.
Es aconsejable contar con macarrón transparente para transferir el líquido y, esto es completamente opcional, una jeringuilla que facilite la tarea e impida que entre aire mientras se reemplaza el material defectuoso. Estas mismas herramientas son las que hacen falta para el cambio de líquido de frenos, por lo que puede llevarse a cabo con ellas dos tareas que mejorarán el rendimiento de cualquier vehículo.
Cómo purgar los frenos fácilmente
La tarea es realmente sencilla, así que no hace falta una gran pericia para llevarla a cabo. Antes de empezar es aconsejable recubrir con un trapo o con un cubierta protectora las zonas cercanas a la carrocería, ya que el líquido de frenos es corrosivo y puede dañar la superficie de la carrocería.
Al levantar la tapa del depósito del líquido se observa un tornillo de purgado que debe ser aflojado situando al mismo tiempo el macarrón transparente en su zona superior. Después se comienza a bombear la maneta del freno para que el líquido en mal estado salga lentamente.
Mientras se va realizando esta tarea hay que ir rellenando poco a poco el depósito del líquido de freno. De lo contrario, el aire llenaría por completo esta pieza y se transmitiría directamente al conducto que se quiere limpiar, por lo que la tarea no tendría ningún éxito.
Así, observando cómo sale el líquido con burbujas poco a poco y rellenando el depósito lentamente se debe llegar a un momento en el que el líquido que salga por el macarrón transparente no presente ninguna impureza, lo que significa que proceso de purga está completo.
Si el modelo sobre el que se está haciendo el trabajo tiene dos discos, hay que realizarlo igualmente en ambos para obtener los mejores resultados. Después basta con colocar las piezas extraídas en su lugar para disfrutar del tacto de un sistema de frenos que se comportará como si estuviese nuevo.
Esta es la forma más sencilla de purgar frenos de cualquier compañía que cuente con cierta representación en el sector, algo que puede ahorrar bastante dinero y mejorar las condiciones de conducción.
Cómo cambiar el líquido de frenos
Ahora que ya se sabe cómo purgar los frenos, puede ser interesante echar un vistazo a cómo cambiar líquido de frenos, ya que ambas tareas comparten una serie de características que las hacen bastante similares. Para empezar, los materiales a usar son prácticamente los mismos, ya que se necesita el macarrón para sacar el líquido usado y las herramientas para manipular las piezas del circuito.
Una vez que se tiene colocado el macarrón como si se fuesen a purgar frenos y la tapa del depósito está abierta, hay que ir añadiendo poco a poco el nuevo líquido sin dejar nunca que el depósito llegue a estar vacío.
Una buena forma de darse cuenta si el vehículo necesita un cambio íntegro de todo el líquido de frenos es atender al color del mismo cuando se manipula. Si presenta un color demasiado oscuro o si en él hay impurezas de cualquier clase, el cambio se hace totalmente necesario, ya que lo contrario pondría en riesgo esta zona de la mecánica interna del vehículo.
Resultados
Cambiar líquido de frenos y purgarlos es algo que ofrece unas ventajas en la conducción que no deben ser pasadas por alto, más si se tiene en cuenta que ambas tareas son realmente sencillas y asequibles sin necesidad de pasar por un taller especializado.
Lo primero es que se aumentará la vida de las pastillas o los discos de frenado . Esto se debe a que el contacto será más eficiente y, por lo tanto, no se producirá un desgaste innecesario de los distintos componentes. Lo mismo sucede con la conservación del conducto del circuito, ya que un mal estado del líquido puede ponerlo en peligro.
Pero puede que lo más importante sea la seguridad. Sabiendo cómo purgar los frenos conociendo la forma adecuada de cambiar el líquido se aumenta las prestaciones del sistema de frenado, uno de los componentes de seguridad más importantes de cualquier vehículo.
