Aunque pulir la pintura del coche es algo sencillo, conviene tener una serie de precauciones para evitar hacer más daño que beneficio. La temperatura, la limpieza periódica de los elementos con los que aplicamos y retiramos el pulimento, la preparación de la superficie a pulir... todo cuenta.
El pulimentado de la carrocería eliminará arañazos superficiales y dará un nuevo brillo a la pintura del automóvil, siempre y cuando que no se llegue a la capa de imprimación durante el proceso. Este trabajo repara esos desperfectos ocasionados por pequeños golpes, por las condiciones meteorológicas o, simplemente, por el desgaste propio de un coche que pasa en la calle la mayor parte del tiempo y que queda expuesto al sol, la lluvia o el salitre.
Además de la parte estética, pulir un automóvil es una buena forma de mantener protegida su pintura y de evitar que los daños superficiales lleguen a ser más profundos. El pulido puede llevarse a cabo con máquinas profesionales o de forma casera, y es que es recomendable conocer cómo pulir el coche a mano para devolver el brillo a una carrocería que presenta síntomas de desgaste.
Lo que se consigue al saber cómo pulir un vehículo
La acción de pulimentar la carrocería de un automóvil tiene como objetivo el eliminar una fina capa del barniz que recubre la totalidad de la pintura de un coche. Esta función de limpieza y cuidado separa apenas unas micras de la capa protectora, por lo que no hay que preocuparse de dejar al coche sin el barnizado protector que lo envuelve.
Al contrario, esta tarea elimina esa capa que se ha desgastado dejando al aire una nueva superficie brillante que tendrá las mismas propiedades estéticas, y una similar capacidad de protección que la que envolvía al automóvil cuando salió de fábrica o cuando se realizó su última puesta a punto de chapa y pintura.
El material para pulir el coche a mano
Es tan importante el saber cómo pulir un coche como el escoger el material adecuado para ello. La elección es clave con independencia de si se va a realizar el pulido a mano o con máquina, y es que será el material elegido el que termine por dar unas propiedades u otras a la superficie de cualquier coche.
El pulimento, también conocido como polish, es un material compuesto que integra agentes abrasivos encargados de reparar la superficie dañada del vehículo. Por ello, el primer paso para devolver su aspecto original a la pintura de un coche es elegir un polish de calidad y que, además, tenga un nivel de abrasión adecuado a lo que se quiera reparar. En este sentido, hay que tener en cuenta que no es lo mismo pulir el coche manualmente para eliminar arañazos que para darle un brillo más intenso.
Cómo pulir un coche paso a paso
El pulido a máquina puede llegar a ser más profundo, pero se puede realizar este trabajo de mantenimiento del automóvil sin tener que salir de casa. Pulir un coche a mano es tan efectivo como hacerlo con herramientas en los casos en los que los desperfectos no sean demasiado graves.
Todo lo que se necesita es un conjunto de diferentes tipos de polish para realizar tres pulimentados progresivos y esponjas de dureza adecuada para cada una de las fases del proceso. El primer paso consiste en una limpieza a fondo de la carrocería del automóvil. Esto es esencial, ya que se necesita que la superficie esté completamente limpia y seca para que el polish pueda actuar de forma efectiva. Una superficie húmeda es mala compañera del pulido porque impedirá que el pulimento penetre de forma eficaz en el barniz superficial de la carrocería.
Una vez que el vehículo está completamente limpio y seco hay que aplicar el primer tipo de polish conocido como de pulido. Se extiende sobre zonas limitadas como una puerta o el capó con la esponja recomendada y con suavidad, se deja secar lo justo y se retira con un trapo que no deje pelusas ni rastros de ningún tipo. La tarea debe ser repetida con el polish intermedio y con el de acabado dejando pasar siempre el tiempo necesario para advertir que el pulimento está seco.
Algunos aspectos a tener en cuenta sobre cómo pulir un coche en casa
Descubierta la técnica sobre cómo pulir un coche a mano, se hace necesario tener en cuenta otros aspectos. El proceso de pulimentado está compuesto por tres polish diferentes, aunque puede usarse solamente uno de ellos o dos si se buscan objetivos concretos.
Sin embargo, hay que conocer las propiedades de cada uno de estos compuestos para saber el acabado que dejarán. Si se emplea solamente el primero de ellos, el de corte, el acabado de la superficie será mate y no dejará aparecer el brillo del barniz. Si, por el contrario, se deciden usar cualquiera de los otros dos, el acabo sí brillará pero no se repararán los arañazos superficiales. Así, lo aconsejable es una combinación de los tres para alcanzar los mejores resultados.