La parte delantera del coche, además de la más pesada, es la que tiene un sistema más complicado para la suspensión, ya que es donde están las ruedas directrices y además de moverse verticalmente, tienen que poder girar. Esto hace que necesite de más articulaciones y elementos elásticos, que son los que suelen provocar la mayoría de los ruidos.
Aunque la mayoría de las veces el origen de los ruidos en la suspensión delantera suele estar en las copelas y en los silentblocks, es complicado en ocasiones encontrar el origen del ruido y sólo tras el completo desmontaje se puede determinar con certeza cuál es la causa.
Si en una inspección visual vemos que los amortiguadores rezuman aceite, es muy probable que ése sea el origen del ruido y cambiando el amortiguador se solucione. También debemos verificar el estado de las gomas de los silentblocks de los trapecios y barras estabilizadoras. Si están agrietados, deben ser reemplazados.
Diagnosticar un ruido en la suspensión delantera
Lo primero que hay que hacer es determinar el tipo de ruido en la suspensión delantera que se percibe. Uno de los más habituales es el que recuerda a una cama vieja al moverse o sentarse, el cual suele ser producido por el desgaste de los silentblocks, unos componentes de las barras estabilizadoras que se encuentran en los cuatro amortiguadores del vehículos. De hecho, también son responsables de que se produzca el mismo ruido en la suspensión trasera. Cuestan entre 15 y 20 euros y se pueden sustituir sin pasar por el taller solo con desmontar la rueda y acceder a la parte externa de la pieza.
Otro ruido en el amortiguador trasero y delantero bastante frecuente es el metálico. Suele hacerse oír al pasar por un bache o badén y recuerda a un golpe seco entre dos piezas de metal. Lo normal es que tenga su origen en la holgura que, con el paso del tiempo, han adquirido los anclajes y los puntos de unión existentes entre varios elementos y, sobre todo, entre las rótulas de la suspensión. También puede deberse a la rótula de la dirección o a los tirantes del amortiguador. Su diagnóstico es muy complicado si no es desde abajo, por lo que se requiere llevar el coche a un taller y montarlo en un elevador.
¿Por qué se produce un ruido en el motor al acelerar?
Que se produzca un ruido al acelerar el coche, por lo general, no es algo que dé buena espina. De hecho, estos suelen tener forma de silbido e indican siempre que algo no va bien. Cuando aparecen en el momento de pisar el acelerador, suelen ser consecuencia de un problema en el turbo y, habitualmente, indican que se ha producido una fuga en el sistema de sobrealimentación. Es conveniente llevarlo a un taller lo antes posible, ya que puede acabar rompiéndose por completo y dañando a inyectores, cilindros, etc.
Si en las aceleraciones y frenados bruscos se oye un golpe seco en la parte delantera, la mayoría de las veces se debe a que alguno de los soportes del motor se ha roto. Para eliminar las vibraciones del motor y que no se transmitan al habitáculo, los motores van montados sobre soportes elásticos. Si alguno falla, el motor cabecea y se mueve más de lo normal, pudiendo llegar a golpear con otras partes de la cuna delantera, lo que provoca esos golpes secos en las aceleraciones y frenadas bruscas.