Nunca es buena idea querer ahorrar dinero en el mantenimiento del coche, la mayoría de las veces sale caro a medio plazo, pero en el caso del filtro de aire del motor es todavía menos inteligente no hacer su cambio cuando corresponde, porque es un elemento barato, fácil de sustituir y que afecta directamente a la vida del motor.
La misión del filtro de aire es la de evitar que las partículas de polvo y otros objetos como piedras, hojas, insectos... entren en las partes internas del motor y puedan provocar una avería, además de provocar un desgaste prematuro de los cilindros, válvulas, etc.
Un filtro de aire sucio, además de filtrar peor y poder llegar a pasar suciedad al motor, también afecta al consumo de combustible. Cuando el filtro está saturado, el aire circula peor a través de él y el motor pierde rendimiento.
Aunque en el motor hay varios filtros y todos son importantes, (el de combustible, el filtro de partículas, el filtro de polen...)
Señales para notar que hay que cambiar el filtro de aire
Antes de llegar al extremo de notar que el coche funciona peor por un filtro de aire sucio, lo mejor es abrir la caja del filtro y verificar su estado. No hay un plan de mantenimiento específico, ya que depende mucho de por dónde circulemos que se ensucie más pronto o más tarde. Por ejemplo, si circulamos por zonas polvorientas o caminos, deberemos acortar sus períodos de inspección. Por el contrario, si viajamos por autopistas y zonas cerca de la costa, podemos alargar su inspección.
Cuando el filtro de aire del motor está demasiado sucio o se obtura por el uso continuado, se producen una serie de incidencias que hay que notar para saber que el cambio de filtro de aire es necesario. Una de las más notables es que por el tubo de escape comiencen a aparecer emisiones demasiado opacas e incluso con una tonalidad oscura. Es en este momento cuando se debe sustituir el filtro, algo que también sirve para descartar averías más graves. Otro síntoma de la necesidad de realizar esta tarea de mantenimiento es que el coche sufra una pérdida de potencia al acelerar. Esto se debe a que la mezcla con el combustible es inadecuada porque el filtro no deja pasar suficiente aire.
El cambio del filtro de aire en muy pocos pasos
En la mayoría de los coches el cambio del filtro de aire se puede hacer por uno mismo, aunque hay modelos en los que precisaremos de algunas herramientas básicas para poder acceder a él.
Lo primero que sería necesario llevar a cabo es tomar el manual de instrucciones del modelo en cuestión y buscar dónde está emplazada esta pieza.
Puede que sea necesario levantar la tapa que protege el motor, por lo que es aconsejable tener destornilladores cerca. Una vez localizado el lugar en el que está el filtro, se abre la tapa del mismo y se extrae el usado.
Aquí es interesante usar una aspiradora para limpiar también el habitáculo en el que se instalará el nuevo. No sirve de nada poner un filtro nuevo si la caja en la que va montado está sucia y enseguida estropeará el filtro nuevo. Cuando todo esté limpio, se inserta el nuevo filtro, que tiene que ser del mismo tipo y forma que el usado anteriormente, y se vuelven a colocar todas las piezas que se hayan removido para llegar hasta él. Con ello concluye un proceso de lo más sencillo.
Beneficios del cambio de filtro de aire
Sustituir el filtro de aire motor puede traer beneficios que se notarán en cuanto se vuelva a arrancar el coche. Lo primero es una sensación de potencia al acelerar que se había perdido debido a la mezcla inadecuada de combustible y aire. No tan perceptible pero incluso más relevante es la importancia mecánica del cambio de filtro de aire.
Esta pieza evita que entren impurezas en el interior del motor, elementos de suciedad que pueden obstruir los inyectores e incluso los cilindros provocando una serie de averías realmente complicadas de solucionar y, además, muy costosas para el conductor.