En el pasado se fabricaban en vidrio templado, lo cual no permitía pensar en reparar parabrisas, sino que había que reemplazarlo para poder conservar sus propiedades. Los actuales parabrisas se fabrican en cristal laminado, y su estructura consta de dos hojas de vidrio entre las cuales se inserta una capa de policarbonato laminado de seguridad. En caso de sufrir un impacto, estallan sin desprender partículas de cristal que, lógicamente, podrían dañar a los ocupantes del vehículo. Los parabrisas de las motos, por su parte, suelen estar fabricados en acrílico resistente.
Cómo arreglar un parabrisas, si es posible
La manera de decidir cómo se repara un parabrisas es evaluar qué tipo de rotura es la que se debe tratar de componer. En algunos casos no es posible realizar ninguna reparación, sea porque es materialmente imposible o porque los daños son de tal envergadura que, aun reparados, podrían comprometer la seguridad de quienes viajan en el interior del vehículo. Los daños de consideración que están próximos al marco del parabrisas no ofrecen garantías cuando se reparan, puesto que la luna no resulta segura. Tampoco es conveniente reparar parabrisas astillados en el lugar de visual del conductor, cuando hay dos puntos de rotura separados por 10 centímetros, ni cuando la grieta es profunda y supera los 45 centímetros de largo. En todos estos casos se hace necesario un reemplazo de la luna.
¿Cómo arreglar parabrisas en general?
Para explicar gráficamente cómo se repara un parabrisas es posible detallar que, habitualmente, se trata de un proceso de inyección de resina transparente, cuyas propiedades y consistencia resultan especiales para rellenar y sellar el espacio que se forma en el vidrio al estrellarse. Una vez inyectada la resina, se cura o endurece mediante la exposición a luz ultravioleta de 365 nm de longitud de onda. De esa manera, el cristal recupera casi el 100 % de su fuerza estructural, y hasta un 90 % de su claridad o transparencia. Se pueden reparar todo tipo de estrelladas simples, además de líneas de hasta 60 centímetros, pero ello en un establecimiento especializado. Las roturas más frecuentes a reparar con inyección de resina son las de ojo de toro, estrella, ala de murciélago, una línea abierta o ciertas combinaciones de estas averías.
Cuándo y cómo reparar parabrisas que permiten su arreglo
Es muy recomendable realizar la reparación lo antes posible, ya que así se evita que la rotura aumente o se extienda. Por otra parte, solo es posible considerar cómo reparar parabrisas con líneas abiertas con éxito si se procede de inmediato, pues mientras más tiempo transcurra, más probabilidades hay de que la grieta se contamine. En este caso, aunque resistiera la reparación, no quedará completamente transparente. Es necesario cerciorarse de que el daño se localiza en la parte externa del parabrisas, puesto que si la rotura se encuentra en la capa interior o si atraviesa el parabrisas, la reparación no será posible. La manera de verificar dónde está el daño es muy simple, ya que la parte estrellada se siente con solo pasar sobre ella el dedo o la uña.
Reparar parabrisas rayado
Luego de haber considerado cómo sellar parabrisas estrellados con el método de inyección de resina, es posible imaginar que ese tipo de método no será válido si la luna presenta rayones. Un parabrisas rayado no solo es antiestético, sino que puede disminuir en gran medida la visibilidad que necesita el conductor para moverse con seguridad. Si los arañazos no son demasiado profundos, pueden pulirse fácilmente aun en casa, utilizando óxido de cerio. Este elemento es especialmente adecuado, pues se torna transparente cuando se expone a la luz ultravioleta o luz solar. En el caso de que los arañazos sean demasiado profundos, sería mejor que la luna se puliera en un establecimiento profesional, aunque muchas veces la única alternativa es el reemplazo.