Los coches son parte de nuestra vida, nos guste o no. Son más que necesarios para desplazarnos de un lado a otro con la máxima libertad e independencia posible y, por tanto, deben hacernos sentir bien a la hora de viajar. Sin duda, la aparición de humedades en el interior del coche no es lo más cómodo ni recomendable, sobre todo porque además de crear malos olores y sensaciones desagradables, pueden jugar una mala pasada a la electrónica. Entonces... ¿qué remedio hay? Veamos...
¿Por qué aparece la humedad en el coche?
Lo primero que hay que saber son las causas del inconveniente. Normalmente, el olor a humedad se origina porque la tapicería del vehículo no se ha secado correctamente tras haberse mojado por diferentes razones, entre las que se puede encontrar una inundación, por ejemplo.
El hecho de que se nos empañen los cristales ya es un claro síntoma de humedad. Además de ser peligroso a la hora de conducir, suele ser una consecuencia de que los filtros del aire no funcionen correctamente.
Cómo evitar la humedad dentro del coche
Las soluciones a cómo quitar el olor a humedad del coche pasan por estrategias como utilizar el calor, ya sea dejando al sol el automóvil durante un tiempo o encendiendo la calefacción para subir la temperatura interior. El procedimiento o tratamiento con calor se ha de llevar a cabo con las puertas del coche cerradas y las ventanillas totalmente subidas; de esta forma se alcanzará una temperatura adecuada para absorber humedad del coche.
Otra de las razones de humedad en el vehículo se da cuando los conductos del aire acondicionado están sucios. La solución a este problema es sencillo, simplemente se tendrán que eliminar del conducto las bacterias que ocasionan el mal olor. En el mercado pueden encontrarse fácilmente diferentes productos para limpiarlos.
Otras soluciones a tener en cuenta
Si el olor se resiste a desaparecer, se puede optar por la vía química y utilizar un producto que absorba la humedad. Actualmente existen varios desecantes en el mercado que no son perjudiciales para la salud si no son ingeridos. Para un espacio cerrado del tamaño de un vehículo, uno de los desecantes más recomendados es el cloruro de calcio. El procedimiento consiste en colocar los gránulos de la sustancias en recipientes plásticos que posteriormente se dispondrán destapados bajo los asientos del automóvil. La sustancia absorberá la humedad, depositando el líquido resultante en los recipientes.