Todo ello compromete la seguridad de conducción y puede dar lugar a accidentes. Para evitarlo, es necesario usar neumáticos de nieve adaptados para circular en condiciones más adversas, como son las temperaturas extremadamente bajas, fuertes nevadas, carreteras mojadas o con hielo, etc. Es importante saber que el uso de cadenas en neumáticos estándar es útil solo en recorridos cortos y, por tanto, no puede sustituir las prestaciones que ofrecen los neumáticos de nieve. Además, el montaje y desmontaje de cadenas puede suponer una incomodidad, esfuerzo no justificado y en algunas ocasiones incluso un riesgo. Es más, según las estadísticas, hasta un 80 % de los conductores españoles nunca ha montado las cadenas ni tampoco sabe cómo hacerlo.
Principales ventajas de neumáticos para nieve
Están desarrollados para conducir en condiciones de invierno y sus características permiten al vehículo mantener su óptimo rendimiento y circular con total seguridad a temperaturas por debajo de los 7 °C. Su goma es más flexible debido al alto contenido de sílice que lleva en su interior y tiene un dibujo de mayor profundidad -unos 2 cm más que los neumáticos estándar- para asegurar un buen nivel de adherencia y un frenado eficaz en suelo nevado, mojado o con placas de hielo, además de reducir el riesgo de aquaplaning, un peligroso fenómeno que ocurre en días de lluvia intensa que consiste en la falta de adherencia a la carretera y pérdida de control sobre el vehículo. Si los neumáticos de invierno tienen la profundidad del dibujo inferior a 4 mm, deben ser sustituidos por otros nuevos de su clase y podrían utilizarse fuera de temporada invernal.
Neumáticos con clavos y neumáticos nórdicos
Una alternativa a las ruedas de invierno convencionales son los neumáticos con clavos, aunque su uso queda limitado a terrenos totalmente helados y no está permitido en todos los países debido a su alta agresividad con el asfalto. En España se puede utilizar este tipo de neumáticos, siempre y cuando sus clavos estén redondeados y no sobresalgan más de 2 mm de la superficie de la goma. A su vez, en los países del norte de Europa se utilizan ampliamente los neumáticos nórdicos diseñados para circular a temperaturas inferiores a -10 °C. Esta clase de ruedas destacan por su perfil direccional y una gran cantidad de laminillas que contribuyen a una mayor adherencia en terrenos helados, además de ser menos ruidosas que los neumáticos con clavos y más eficientes en carreteras con hielo que los neumáticos de invierno clásicos.
¿Dos o cuatro neumáticos de invierno?
Para una mayor seguridad de circulación en condiciones adversas es importante equipar el vehículo con 4 neumáticos de nieve, ya que con 2 ruedas de invierno montadas en el eje delantero se descompensa el equilibrio en el eje trasero y aumenta el riesgo de trompos. El proceso de montaje y desmontaje debe ser realizado siempre por un especialista para asegurar un óptimo ajuste y un correcto funcionamiento de los neumáticos nieve en periodos invernales. Debido a su gran utilidad y una eficacia contrastada, el uso de ruedas de invierno es obligatorio en los países del norte de Europa, Rusia, Canadá y en las zonas más frías de los Estados Unidos.