Hay dos indicadores que son claves a la hora de comprobar el estado de unos neumáticos: la condición de la goma en sí y la profundidad del dibujo. La profundidad del surco ha de ser igual o mayor a 1,6 milímetros en el caso de neumáticos corrientes, y mayor de 4 milímetros en el caso de los neumáticos de nieve. No cumplir estas medidas no solo implica una falta de prudencia, sino que es ilegal y motivo de sanción...
Comprobar la presión de los neumáticos una vez al mes
Para el mantenimiento del neumático, el conductor debe revisar con cierta frecuencia que la presión de este sea la idónea. Es preferible llevar a cabo esta medición en un lugar frío, pero si esto no fuese posible habría que añadir 0,3 bar a la presión recomendada. Una presión no adecuada no solo reduce la vida de los neumáticos, sino que disminuye el control del conductor sobre el coche y por lo tanto la seguridad en carretera.
En cualquier gasolinera es posible medir la presión de los neumáticos con un manómetro. Es preciso recordar que se debe llevar a cabo el mantenimiento del neumático de repuesto y medir también su presión. Para cada neumático la presión adecuada varía, depende del modelo del coche y de su peso, por eso cada conductor ha de consultar este estándar en el manual de usuario. El propio vehículo también lleva inscrita esta cifra, bien sea en el lateral de la puerta delantera o bien sea sobre la trampilla del depósito de carburante. Si la presión no es la indicada, habrá que añadir más aire.
Revisar el estado de otras piezas de goma
Para el mantenimiento del neumático también es necesario comprobar con asiduidad el estado de las válvulas y de su tapón. Estas piezas también están realizadas con goma, por lo que el paso del tiempo provocará inequívocamente su desgaste. Si estos elementos están en mal estado será necesario cambiarlos por repuestos nuevos.
Alineación y equilibrado: dos conceptos clave
Por último, si se observan vibraciones extrañas en el coche, es posible que las ruedas no estén equilibradas. Asimismo, un golpe contra un bordillo u otro obstáculo podrá provocar la pérdida de la alineación de los neumáticos, lo que no solo traerá problemas para estos elementos, sino también para otras zonas del vehículo. Para solventar los problemas de alineación y de equilibrado, lo mejor es acudir al taller.