Después de comprar un vehículo, su propietario debe pedir la documentación del mismo al concesionario. Se trata de un documento de tres hojas (cada una de diferente color), al que también se le conoce como el DNI del coche, ya que contiene la información más relevante sobre el vehículo, incluido el nivel de emisiones CO2. Este último será un dato decisivo en el cálculo del valor correspondiente al Impuesto de Matriculación que deberá abonar el propietario del coche.
Impuesto de Matriculación: segundo paso
Otro paso a seguir es acudir a la Agencia Tributaria y rellenar el modelo 576, también conocido como el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte. Su formulario está disponible también en la web, aunque para rellenarlo hay que ser el titular del Certificado Digital. Este documento permite calcular el Impuesto de Matriculación, cuyo valor representa un porcentaje del precio neto del vehículo y se calcula en función de las emisiones CO2. Si el nivel de emisiones está entre 120 y 160 g/km, el propietario del coche pagará un 4,75 %; si esta cifra se ubica entre 160 y 200 g/km, la cantidad a pagar sería de un 9,75 %; y en caso de sobrepasar los 200 g/km, se abonará el porcentaje máximo que existe a día de hoy: un 14,75 %. Los vehículos cuyo nivel de emisiones esté por debajo de 120 g/km, están exentos de pagar el Impuesto de Matriculación.
Impuesto Municipal de Circulación: tercer paso
Para seguir los trámites de la matriculación de vehículos, hay que acudir al ayuntamiento en el que está empadronado el comprador del vehículo y pagar el Impuesto de Circulación. Aunque su importe depende de cada municipio, su base se calcula en función de la potencia fiscal del coche y del mes en el que se matricula el vehículo (se deberá pagar la parte proporcional de lo que queda hasta el final del año).
Impreso de Solicitud de Matriculación y cita previa en la Jefatura de Tráfico: dos últimos pasos
El siguiente paso consiste en rellenar el impreso de Solicitud de Matriculación y presentarlo en una de las oficinas de la Dirección General de Tráfico (antes de presentarse hay que pedir cita previa por teléfono o a través de su página web). A continuación, el solicitante deberá pagar una tasa fija de 94,80 euros y presentar los siguientes documentos: DNI, tarjeta de residencia, pasaporte o carnet de conducir español; documentación del vehículo y justificantes del pago o exención de los impuestos correspondientes. Si toda la documentación está en regla, al coche se le adjudica un número de matrícula y a su propietario, el Permiso de Circulación.