Sin embargo, todo lo relacionado con este documento suele traer aparejado muchas confusiones por muy sencillo que parezca. La razón es que en España existen diferentes certificados que deben estar en manos de cualquier conductor y que no tienen que ser necesariamente la licencia de conducir, todo ello sin entrar en detalles más complejos como los tipos de permisos de conducir en España. La confusión general suele estar en la terminología y en los restantes documentos que son necesarios para salir a la carretera. Por ejemplo, a veces se hace referencia al permiso de circulación, documento que nada tiene que ver con la persona física que se pone a los mandos de cualquier vehículo. En este caso, se trata del certificado que habla de la idoneidad del coche, moto o camión que va a salir a la carretera, por lo se refiere a los aspectos legales y mecánicos del vehículo. También existen certificados y licencias especiales que validan a conductores que ya poseen el carnet de conducir para realizar diversas tareas como, por ejemplo, la conducción de maquinaria agrícola o el transporte de mercancías peligrosas. Ahora bien, una vez que se han despejado las dudas al respecto, queda claro a lo que las autoridades se refieren cuando hablan de la licencia. Esta no es otra cosa que la certificación administrativa que capacita a un individuo para conducir haciendo evidente que el mismo ha superado las pruebas necesarias para obtener el permiso y que, además, se encuentra en condiciones de afrontar dicha tarea.
Cómo se consiguen los distintos tipos de carnet de conducir en España
Cada uno de los carnets que están vigentes en España dan la capacidad de conducir un tipo diferente de vehículo, aunque lo más común al hablar de este tipo de licencia es que se haga referencia al de clase B, que es el que permite manejar vehículos que no superen los 3500 kg y que no puedan llevar a más de 9 pasajeros en su interior. Como después se verá, existen otros muchos tipos, cada uno con sus requisitos y particularidades, aunque la licencia de conducir tipo es la que se acaba de explicar. Así, el proceso para conseguirla consta de varios pasos o pruebas que hay que superar consecutivamente para alcanzar el carnet. La primera de ellas es un examen teórico que sirve para conocer si el futuro conductor cuenta con los conocimientos de seguridad vial y mecánicos necesarios para afrontar la rutina a la que cualquier persona se somete cuando se pone al volante. Una vez superada esta prueba, es necesario acreditar la pericia práctica. Es decir, se pasa a un examen en el que se prueban las capacidades prácticas conduciendo un coche por las calles de cualquier ciudad. Hay una confusión bastante extendida al respecto, y es que no son pocos los ciudadanos que desconocen que no hace falta pisar una autoescuela para superar ambos exámenes. Pese a que no es nada común, especialmente en la parte práctica, basta con solicitar a tráfico una licencia especial de aprendizaje y acondicionar un coche con pedales para el instructor, cualquier persona con carnet que haya solicitado el permiso especial, para presentarse por libre a las pruebas que la DGT celebra de forma habitual en cualquier ciudad española. Una vez pasados los dos exámenes y superado el reconocimiento médico, el sujeto que se someta al proceso tendrá en su mano la licencia para conducir vehículos.
Diferentes clases de permisos de conducir en España
Ahora bien, la DGT expide muchos tipos de carnets diferentes, cada uno aplicado a un tipo de vehículo concreto que es necesario poseer si, por ejemplo, se quiere conducir un camión, un autobús de pasajeros o vehículos comerciales con certificado para transportar mercancías peligrosas. Antes que los permisos del grupo B, existen una serie de permisos que dan la capacidad a menores, la edad mínima para acceder a alguno de ellos es de 15 años, para conducir vehículos ligeros. Este tipo de licencia no tiene las mismas trabas administrativas que los carnets más complejos, aunque merece la pena tenerlos en cuenta para conocer el panorama español en lo que a licencias se refiere. Son los conocidos como carnets del grupo A, siendo el primero de ellos el AM que da la posibilidad de manejar ciclomotores de 50 cc. El A1 da ya la posibilidad de conducir motocicletas de 125 cc y sí requiere del paso de una prueba teórica específica y de una práctica. Por su parte, el A2 permite conducir motos de hasta 35 kW de potencia y también exige aprobar una serie de exámenes especiales, todo ello siendo el primero para el que se necesita tener cumplidos los 18 años antes de obtenerlo. La licencia A es la última de este grupo y requiere el estar en posesión del A2 con al menos dos años de antigüedad. Los del grupo B, los que ya han sido mencionados brevemente antes, son los más comunes en España, ya que son los que conceden la capacitación para conducir coches privados o que no superen unos requisitos. Sin embargo, también existen diversos carnets en este grupo que hay que tener en cuenta. El más común es el B1, licencia que permite manejar automóviles de hasta 3500 kg con capacidad para llevar hasta 9 pasajeros. El BTP es necesario para conducir vehículos prioritarios, es decir, ambulancias, taxis, servicios de transporte público o bomberos. El BE da permiso para llevar un remolque adaptado al coche, aunque si se trata de una caravana o un remolque demasiado pesado se requiere el carnet B96. El siguiente grupo es el de los carnets de conducir C, que son los que se necesitan para transportar camiones de cualquier tamaño. Como sucede con los anteriores, también hay diferentes categorías dentro de este grupo. El básico es el C1, licencia que da la oportunidad de pilotar camiones con un peso de hasta 7500 kg. El C1+E es necesario para conducir un camión con remolque incorporado mientras el C es para los camiones habituales que llenan las carreteras de todo el mundo. Un último carnet de este tipo es el C+E, que es el que se hace necesario para la conducción de camiones con grandes remolques o, como se conocen habitualmente, tráiler. Pero aún queda uno más para terminar con los tipos de carnet de conducir. Se trata de aquellos que son necesarios para manejar autobuses y son los que se engloban en el grupo D. El D1 expresa la capacidad de llevar autobuses de hasta 17 plazas mientras que el D sin más no pone ningún límite de plazas a los conductores. El D1+E y el D+E periten acoplar remolques a los autobuses conducidos.
Licencias especiales
Al margen de los diferentes tipos de carnet de conducir DGT, existen otros permisos conocidos como licencias especiales que se adaptan a situaciones concretas que pueden obtenerse dependiendo de las características de los conductores. En algunos casos, estas clases de licencia de conducir no requieren pasar ninguna prueba o examen, aunque no siempre es así. Por ejemplo, este es el caso de la licencia para personas con discapacidad que van a desplazarse en un vehículo adaptado pero que cuentan con alguno de los anteriores carnets. Solamente se necesita solicitarlo y acreditar las circunstancias que motivan a ello para conseguirlo. Lo mismo sucede con el carnet de conducir internacional, un documento que expide la DGT bajo solicitud del demandante y que otorga la capacidad para conducir en países como Estados Unidos. Es importante tener en cuenta que el carnet español convencional es válido en toda la Unión Europea, por lo que no es necesario solicitarlo si se va a conducir por países comunitarios. Otra licencia de este tipo es la conocida como C1 97. Este carnet es el que se expide para conducir caravanas, camiones o vehículos similares que no tengan la obligación de instalar un tacógrafo por sus características técnicas. Hay que tener en cuenta que si una persona no está en posesión del ningún carnet de la clase A o B y quiere disfrutar de vehículos para personas con movilidad reducida necesita contar con el carnet LCM, licencia para la que es necesario pasar una serie de pruebas que habiliten a cualquier persona como apta para moverse con uno de estos pequeños vehículos. Una última licencia de conducir de este tipo es la de vehículos especiales LVA. Se trata del permiso para manejar maquinaria agrícola que no supere una velocidad de 45 km/h y que no superen unas determinadas dimensiones. Su examen práctico se hace en un recinto cerrado acondicionado especialmente para este tipo de vehículos mientras que la prueba teórica es un conjunto de preguntas adaptada a las necesidades físicas y mecánicas de estos modelos.
