La obligatoriedad de pasar la ITV se establece, generalmente, en función de tres factores: el tipo de vehículo, la edad del vehículo y el uso al que está destinado. Todos los vehículos deben pasar la ITV, lo que determinan estos factores es cuándo debe pasar el vehículo la ITV y cada cuánto tiempo.
Por lo que se refiere a los vehículos más usuales, las motocicletas de más de cuatro años y los ciclomotores de más de tres, deben pasar la ITV cada dos años. Las caravanas, los turismos y, en general, todos los vehículos destinados al transporte de personas, de hasta nueve plazas, también deben pasar la ITV cada dos años si tienen más de cuatro años y, cuando estos vehículos tengan más de diez años, la deberán pasar anualmente.
El resto de vehículos, que suelen ser utilizados en actividades profesionales, tienen sus propias especificidades a este respecto. Por ejemplo, los taxis de hasta nueve plazas o los vehículos fúnebres, deben pasar la ITV cada año, durante sus primeros cinco años, tras los cuales deben pasarla cada seis meses. Y en el lado contrario se encuentran las caravanas transportadas de más de 750 kilos de capacidad de carga, las cuales están exentas de la ITV durante los seis primeros años, debiendo pasarla cada dos a partir de los seis años.
Lo primero que se inspecciona es si la documentación del vehículo está en regla. Hecho esto, se pasa a la revisión del estado del vehículo desde un punto de vista técnico. Desde esta perspectiva, se revisa la carrocería del vehículo, las lunas, las placas de matrícula, los retrovisores, puertas, ventanas, cinturones de seguridad, etc.
Además, se examina el sistema de alumbrado y señalización del vehículo (faros e intermitentes, respectivamente), la dirección, los frenos, el motor y los ejes.
La ITV no se puede posponer. Si esta caduca, entonces las autoridades pueden poner multas de entre 150 y 300 euros. La retirada del carné de conducir no se contempla (tampoco la retirada de puntos), sin embargo, el conductor tendrá un plazo de 10 días para pasar la ITV, durante los cuales podrá circular amparado por un permiso expedido por los agentes.
En el caso de que el vehículo no pase la ITV, dispondrá de dos meses de plazo para hacer las reparaciones necesarias y volver a someterse a la inspección técnica.
La validez de la ITV en el extranjero dependerá de cada país en cuestión, incluso para los países de la Unión Europea. La ITV tiene un coste de alrededor de los 40 euros, aunque puede variar en función de cada comunidad autónoma. Finalmente, para pasar la ITV hay que pedir cita, vía telefónica o por Internet. No obstante, este aspecto también depende de cada comunidad.