No fue hasta mediados de siglo cuando se fabricó en Alemania el primer vehículo propulsado por un motor de combustión interna. Este hecho abrió un nuevo modo de ver la automoción y muchos ingenieros hicieron realidad sus ideas con nuevos prototipos que se convertirían en los coches del siglo XIX.
El primer coche eléctrico y la aparición del motor de cuatro tiempos
Un dato curioso acerca del automóvil del siglo XIX es que, pese a que la tendencia de los coches eléctricos ha nacido en este siglo, el primero data del año 1881, aunque resultó que su suerte no fue la esperada, ya que explotó al cabo de unos metros. El mercado de la automoción se abre en 1886, cuando el tribunal alemán anula ciertos derechos de la patente del motor de cuatro tiempos, perteneciente a Nikolaus August Otto. Es en este mismo año, cuando Karl Benz obtiene la patente para un vehículo con motor de gas, su primer vehículo solo tenía tres ruedas, su nombre era Benz Patent-Motorwagen y aún puede verse hoy en el Museo Alemán de Múnich.
En 1888, su mujer, Berta Benz, emprendería con un coche creado por Benz el primer viaje de larga distancia de la historia. Con dicho viaje se probó la validez del automóvil para un uso cotidiano. Puede decirse que esta fue también la primera acción de marketing de la historia del automóvil, ya que el número de clientes interesados aumentó considerablemente. La década de los ochenta estuvo marcada por más hechos relevantes que marcarían la historia de la conducción hasta nuestros días, como la creación de la fábrica antecesora de General Motors por parte del estadounidense William Crapo Durant y la creación del primer vehículo de cuatro ruedas con motor de combustión interna, fabricado por el danés Albert F. Hammel.
La comercialización del automóvil del siglo XIX
En 1888 Gottlieb W. Daimler inscribe la patente del motor de dos cilindros en V, que será explotada los años siguientes en fábricas francesas, inglesas e italianas. Y un año más tarde, en la Exposición Universal de París, cuyo símbolo fue la torre Eiffel, se presenta por vez primera el automóvil al gran público. Es en la década de los 90 cuando aparece Michelín con el primer neumático desmontable y cuando Henry Ford funda su compañía que se convierte en la marca de automóviles más exitosa de Estados Unidos.