El éxito y las buenas sensaciones a la hora de realizar una compra dependen casi siempre del precio pactado. Ten en cuenta que en muchas ocasiones hay un margen que puede negociarse, pero no suele ser lo habitual. Todo depende de la necesidad del vendedor y de la paciencia y deseo del comprador.
El mejor comprador es el que no tiene prisa por comprar, y el mejor vendedor es el que no tiene prisa por vender.
En primer lugar, es importante no mostrarse tímido a la hora de afrontar el primer contacto con el vendedor del coche. No intentes ofrecer precios ridículos desde el primer momento porque podrías perder la confianza con el vendedor. Ten en cuenta además que, si se trata de un profesional, tendrá más experiencia que tú a la hora de negociar. Es verdad que, casi siempre, el vendedor juega con un pequeño margen sobre el precio donde está su ganancia.
Así, muchos vendedores dan por hecho que el precio al que han puesto su vehículo conllevará una posterior rebaja, por lo que parten de un precio más alto. Otros prefieren optar por una venta más rápida y no inflan el precio para acelerar la operación - sin hacer entonces descuentos ni rebajas en el precio final -. Si usted no se encuentra cómodo durante una negociación es importante que le acompañe algún amigo o familiar que lo haga por usted.
Algunas condiciones sobre las que se suele conseguir una rebaja en el precio es el pago en metálico en ese momento o también el hecho de encontrar algún defecto en el vehículo o falta de equipamiento (por ejemplo la ausencia de aire acondicionado o un color muy llamativo de la carrocería). También conseguirá con más facilidad una rebaja si las revisiones del coche no están al día, si hay arañazos en la tapicería o alguna abolladura no mencionada anteriormente.