Así, en la década de 1940 la fabricación de coches americanos se suspendió debido a la Segunda Guerra Mundial, y no fue hasta los años 50 cuando se dio un nuevo arranque del sector automovilístico con la llegada de los míticos Chevrolet en 1957 y Cadillac en 1959. En la década de 1960, la industria automotriz americana dio comienzo a una nueva era de muscle cars o coches de carrocería deportiva, con motores extrapotentes, de aspecto musculoso y extravagante, que no tardaron en conquistar a los fans del motor en todo el mundo.
Durante los siguientes 10 años estas bestias de la carretera, lideradas por el poderío de los Mercury Cougar (1967), Pontiac GTO (1969), Plymouth Superbird (1970) y Dodge Challenger (1970), hicieron las verdaderas delicias de los aficionados a las cuatro ruedas. Los legendarios muscle cars nacieron como respuesta a la necesidad de los jóvenes americanos de clase trabajadora que buscaban un coche diferente a los que usaban sus padres. Tenían pocos recursos económicos, por lo que su automóvil ideal debía ser asequible pero potente y de aspecto deportivo, contar con un motor de alto rendimiento y espacio suficiente para cinco personas. Básicamente, se trataba de un coche de carreras potente, atractivo y a buen precio que se pudiera conducir todos los días para ir a trabajar y también para competir los fines de semana.
Desde entonces han pasado ya más de 40 años y los clásicos muscle cars han desaparecido, pero su esencia sigue viva en modelos actuales de las grandes marcas de coches americanos como Chevrolet, Chrysler, Dodge, Ford y Cadillac. Parrillas cromadas, spoilers, llantas de aleación de 22 pulgadas, paquetes aerodinámicos propios de coches de competición... Hoy en día, como hace cuatro décadas, su estilo, diseño y prestaciones siguen llamando la atención y son capaces de convertir a cualquier detractor en un acérrimo adepto. Actualmente la lista de los coches americanos más potentes está liderada por Dodge Challenger SRT Hellcat, Cadillac CTS-V, Chevrolet Camaro ZL1 y Chevrolet Corvette Z06, entre otros.
Una fiera made en USA: Cadillac CTS-V
Este superdeportivo americano fue desarrollado para competir con sus análogos alemanes BMW M5, Mercedes-Benz E63 AMG y Audi RS6. Cuenta con tres tipos de carrocería, suspensión deportiva, transmisión automática de 8 velocidades y un legendario motor V8 que sigue siendo todo un ejemplo de excelencia y perfección en lo que a potencia y rendimiento se refiere. El primer sedán Cadillac CTS-V de cuatro puertas fue fabricado en 2004. Le siguieron las versiones sport wagon y cupé que se estrenaron en 2011. Actualmente estos dignos descendientes de los muscle cars compiten en el mercado mundial con otros sedanes de lujo por su extraordinaria calidad y alto rendimiento a un precio más asequible. A día de hoy la tercera generación de los Cadillac CTS-V son los sedanes más potentes de Europa que combinan a la perfección un diseño atractivo y funcional con las más altas prestaciones tecnológicas típicas de un coche de carreras. Nacidos para competir en circuitos de velocidad, los Cadillac CTS-V también son idóneos para desplazamientos diarios por las ciudad por su ligereza y gran agilidad.
Chevrolet Corvette Z06: el pasado (mejorado) siempre vuelve
Los fans del Chevrolet del 1957, el icónico muscle car que en su día conquistó el mundo, pueden celebrar la vuelta de su favorito en una nueva y mejorada versión llamada Chevrolet Corvette Z06. Siendo un gran ejemplo de las tradiciones inmortales del automovilismo americano y la sofisticación en cada detalle, este superdeportivo llega equipado con un motor V8 sobrealimentado de 6,2 litros y 650 caballos de potencia, chasis con estructura de aluminio ligera y rígida, válvulas de admisión en titanio, sistema de suspensión personalizable, alerón del spoiler trasero ajustable y dos tipos de cambio de marcha: transmisión manual de 7 velocidades con tecnología Active Rev Matching y transmisión automática de 8 velocidades. Su triunfal regreso también está marcado por una excepcional capacidad de aceleración que le permite pasar de 0 a 100 km por hora en tan solo 2,95 segundos. En otras palabras, Chevrolet Corvette Z06 es un perfecto coche de competición diseñado para conducir en la ciudad.
Chevrolet Camaro ZL1: un exquisito arma de doble filo
Chevrolet Camaro ZL1 no solo es un icónico muscle car que entra en la lista de los mejores coches americanos, sino también es uno de los automóviles más poderosos jamás fabricados en Estados Unidos. Representa el poder, el estilo y la perfección reflejada en cada detalle, siendo fiel a las mejores tradiciones de la automoción norteamericana. Sus últimas versiones, desarrolladas a base del Camaro de sexta generación, no son una excepción y deleitan a los amantes del motor con numerosas prestaciones de lujo propias de un coche de carreras. Entre ellas, un poderoso motor V8 de 6,2 litros, 16 válvulas, compresor volumétrico y 640 caballos de potencia; un cambio de marchas manual de 6 velocidades y transmisión automática de 10 velocidades; amortiguadores controlados a través de impulsos magnéticos, frenos Brembo de alto rendimiento y un selector de modo de conducción. La carrocería del nuevo Camaro ZL1 luce un aspecto aún más potente y musculoso que sus antecesores gracias a un excelente kit aerodinámico compuesto por aletas ensanchadas, llantas en aluminio de 20 pulgadas, una enorme parrilla dividida en dos alturas y tomas de aire delanteras para ventilación de frenos.
Dodge Challenger SRT Hellcat: el superdeportivo más potente
Sus feroces 800 caballos que se consiguen aplicando un kit de modificaciones sobre el motor estándar de 717 CV dejan a Ferrari, Lamborghini y los demás fabricantes europeos irremediablemente atrás. La potencia surrealista de este superdeportivo americano se consigue con ayuda de un nuevo compresor que se encarga de inyectar el combustible a una presión de entre 18 y 20 libras por pulgada cuadrada, un sistema de escape modificado, la tecnología de óxido nitroso, un depósito de hielo para subir el nivel de refrigeración (que lo va a necesitar) y los componentes electrónicos ajustados a medida. Poderoso por dentro y por fuera, Dodge Challenger SRT Hellcat es el único automóvil de su clase que dispone de asientos para cinco personas y un maletero con más volumen de carga que el resto de deportivos de altas prestaciones. Cuenta con llantas de 20 pulgadas, un cambio manual de 6 marchas y una transmisión automática de 8 velocidades.