Suzuki Santana

También se produce y ensambla en otros lugares, además de Japón, en los que añade piezas locales.

En 1981 empieza a venderse como Suzuki SJ410 con motor de 1 litro gasolina y 45 CV de potencia. Su techo es desmontable, de fibra de vidrio o lona al principio, y más tarde se produce con techo metálico fijo. El siguiente motor disponible es el 1.3 de 64 CV de carburación que se asocia a un cambio manual de 4 velocidades. Este SJ413 se diferencia del anterior, además, en el capó abultado y en una reductora de desarrollo más largo debido a su mayor potencia.

Suzuki cambia el nombre del modelo por problemas de seguridad

Debido a problemas de seguridad el SJ se renombra como Samurai –también conocido como Santana en España, desde 1985 hasta 2001- y monta cambios mecánicos que incluyen calandra nueva, ejes más anchos, intermitentes laterales, pilotos traseros nuevos, salpicadero y suspensión mejorada. En esta evolución se incorpora una carrocería alargada, concretamente medio metro respecto al original, espacio del habitáculo que no repercute a los pasajeros.

El Suzuki Santana evoluciona mecánicamente diez años después de su lanzamiento

En 1995 las mecánicas que animan al Santana cambian los carburadores por inyección electrónica: así el motor de 1 litros da 55 CV y el 1.3, 69 CV de potencia. Es decir que ganan 5 y 4 CV de potencia, respectivamente. La carrocería acompaña con un rediseño de la parrilla y los pasos de rueda.

Y tres años después recibe un cambio mucho más profundo que afecta a la gama, reduciéndola con sólo el bloque 1.3 inyección, el mismo de los primeros Jimny, como uníca opción disponible de gasolina. Y Suzuki lanza un nuevo turbodiésel de origen francés. Además añade cinturones de tres puntos, nuevos para golpes de plástico, faros y pilotos nuevos y sustituye el parabrisas abatible por uno fijo.

En 2001 se abandona la fabricación en Linares ya que no es rentable modificar el modelo de producción para cumplir las nuevas normas antipolución y de seguridad. Mientras, en países como India se sigue vendiendo como Gipsy o Jimny.

El heredero del Suzuki Santana comparte vida con su antecesor

El Suzuki Santana solapa el final de su vida comercial con el inicio del modelo que lo sustiuye, el Jimny. A la venta desde 1999, mide 3.545 mm de largo, 1.600 de ancho y 1.670 mm de alto, con una batalla de 2.250 mm, con un motor gasolina de 4 cilindros y 1.3 litros que da 85 CV de potencia a 6.000 rpm y 110 Nm de par motor máximo a 4.100 rpm, mediante un cambio manual de 5 velocidades.

Este 2+2 plazas, de 1.060 kg de peso, es rival directo del FIAT Panda 4x4. Y acelera de 0 a 100 km/h en 14,1 segundos y alcanza 140 km/h de velocidad punta con unos consumos a los 100 km de 8,9 litros en ciudad, 6 litros en carretera y 7,1 litros de media, equivalentes a 162 gr/km –cumple con la norma Euro5 de emisiones contaminantes-. Cifras de gasto de utilitario, a pesar de su tracción 4x4 conectable con reductora. En condiciones normales es tracción trasera. Además del motor gasolina hay otro diésel 1.5 DDiS, de origen Renault, con 86 CV de potencia hasta 2011, sólo disponible con carrocería de techo metálico. La mayor limitación que tiene el Jimny se preoduce cuando las ruedas opuestas de diferentes ejes no tocan el suelo para poder traccionar: cuando pasa esto es muy difícil seguir avanzando, si tiene que salvar un obstáculo importante. Con una reductora de desarrollos más cortos el modelo japonés podría continuar la marcha en este tipo de situaciones.

Tres tipos de carrocería

La mecánica de gasolina permite elegir entre tres tipos de carrocería: cerrada con techo metálico, descapotable con techo de lona y descapotable con techo desmontable de fibra –estas dos últimas a la venta hasta 2010-. Sus cotas y reducido tamaño lo hacen perfecto para superar obstáculos y terrenos muy complicados, de hecho está muy demandado para competiciones de trial extremo por su conducción fácil y la cantidad de accesorios y opciones de preparación que tiene, además de la simpleza de su mecánica, que puede arreglarse sin dificultad.

El sucesor del Suzuki Santana cuenta con el equipamiento y los detalles de un utilitario de bajo precio. Ninguno de los dos asientos delanteros vuelve automáticamente a su posición original, cuando se abaten para dejar pasar a los ocupantes de las plazas traseras. Además, tanto el conductor como el copiloto van muy cerca de las puertas. Un conductor alto puede tener problemas con la cercanía del pedalier y dar con las rodillas en el salpicadero. Atrás los asientos también son pequeños, por lo que sólo pueden entrar dos adultos de talla media para desplazamientos cortos.

El maletero, con un volumen de 113 litros de capacidad, permite cargar una maleta del tamaño que permiten no facturar en los aeropuertos. Con los respaldos de las plazas traseras abatidos, la banqueta permanece en la posición que ocupa normalmente, se amplía hasta 816 llitros de capacidad. Cifra menor a la que ofrece un modelo compacto con los asientos traseros inutilizados para pasajeros.