Rover 45

Desgraciadamente la firma británica cesó su producción en el año 2005 al declararse insolvente la compañía Phoenix Holdings, a la cual pertenecía. Tiempo después MG fue adquirida por el Grupo Nanjing Automobile Corporation que mantuvo su producción en China, quedando la marca Rover en propiedad de la empresa Tata Motors. La única forma de hacerse con un Rover 45 es a través del mercado de segunda mano, pues Tata Motors no continuó con la producción de los automóviles Rover.

El primero de los modelos, se desarrolló en base a la mecánica del Honda Civic y supuso un rediseño notable respecto de los anteriores automóviles de la gama. En su lanzamiento trajo consigo una versión de 150cv con motor v6, la cual contaba con una caja de cambios de 5 velocidades con inyección de turbo diésel (esto le otorgaría la distinción de ser el primero de los coches, desarrollado por la compañía Perkins, con un motor de inyección). El motor destacaba por su empuje y bajo consumo, sin embargo, provocaba fuertes vibraciones y un ruido en exceso, su respuesta en dirección era rápida y de tacto suave aunque su suspensión se tornaba bastante dura.

Rover 45 es un sedán con una longitud total de casi 4 metros y medio que, en su momento de lanzamiento, poseía una serie de elementos tecnológicos que, si bien es verdad eran destacables, no le colocaban entre los modelos a la vanguardia del mercado. Ante todo era un coche funcional, contaba con un maletero sin cerradura, el cual podía accionarse mediante un mando a distancia, cierre centralizado (que permitía activar la alarma del coche) y bloqueaba de forma automática las puertas cuando se encontraba en marcha. Las versiones a la venta permitían la opción de elegir entre modelos de 4 o 5 puertas y, a su vez, dos tipos de equipamiento de serie (Comfort o Classic).

Pobre equipamiento

La competencia resultaba dura para este automóvil fabricado por Rover, pues sus competidores directos poseían un equipamiento de serie que no le permitían competir en igualdad de condiciones. Como carencias destacables se encontraban la falta de luces automáticas, control de estabilidad, airbags de cabeza o luces de acompañamiento para los pasajeros.

En cuanto a su interior, los asientos ofrecían una buena sujeción del cuerpo y permitían realizar trayectos de largas distancias sin provocar molestias o desgaste en el conductor. El salpicadero destacaba por su limpieza, encontrando únicamente en el pilar central dos salidas de ventilación de forma circular que se completaban con una tercera dispuesta al lado del copiloto.