Rover 214

El Rover 214 y sus hermanos son, para algunos especialistas del motor, herederos del diseño de un vehículo anterior de la misma marca, el Austin Maestro; para otros, lo son del Honda Ballade de cuatro puertas. A lo largo de toda su vida en producción, el Rover 214 y los de la serie 200 se motorizaron con mecánicas japonesas y se les dio a sus carrocerías diferentes configuraciones para extender su usos como vehículo urbanos y deportivos y para adaptarse a las distintas legislaciones relacionadas con la catalización de los motores, sus consumos y la seguridad. La producción de las últimas variantes y subseries del Rover 200 terminó cuando en 2005, Phoenix Holdings, la empresa a la que pertenecía el grupo, tuvo que cerrar. El Rover 214 y todos los de la serie 200 figuran en muchos catálogos de coches de segunda mano y resultan ideales como vehículos urbanos de bajo consumo y además son muy versátiles.

El Rover 214 y sus tres generaciones

El Rover 214, y todos los de la clase 200, se produjeron en tres series en sus dos décadas de fabricación. Las dos primeras generaciones se fabricaron entre 1984 y 1989, y entre 1989 y 1995 la segunda. Esta segunda generación se montó junto a un modelo idéntico producido para el mercado británico por la japonesa Honda, el Honda Concerto, con el que compartía la motorización. Ambas versiones se fabricaron en la planta británica de Rover en Longbridge. La tercera serie del Rover 214, fechada entre 2000 y 2005, fue producida en exclusiva por la misma marca Rover. Antes, en 1994, el Rover 200 sufrió una redenominación comercial cuando la compañía fue adquirida por la marca BMW, pasando a denominarse distintamente Rover 25, MG ZR y Rover Streetwise en función de los accesorios montados en fábrica. Estas últimas versiones, que se produjeron en la fábrica de BMW de Kiel, pueden considerarse extensiones del proyecto del Rover 200, e incluyeron diseños para adaptarlos como coches deportivos con techos abatibles, bajo fórmulas de tres y cinco puertas y todoterrenos. El Rover 25 fue un último intento de BMW por adaptar las líneas originales del Rover 200 a las exigencias de los usuarios potenciales y aparejarse con los diseños, las tecnologías y los rendimientos en aquellos años.

El Rover 214 y sus motores

A lo largo de toda su vida en producción, el Rover 214, y los de la serie 200 a la que pertenecía, llegaron a tener hasta 16 motores diferentes de gasolina o diésel, según las épocas y las versiones. Los motores que más se emplearon fueron los de gasolina, una docena. Los motores de gasolina se incorporaron en cuatro formatos, de 1.1, 1.4, 1.6 y 1.8 litros. Si el primero podía desarrollar hasta 169 km/h, los últimos, de 16 válvulas permitían alcanzar los 214 km/h (de cero a 100 km/h en 7,5 segundos). Los motores diésel no se incorporaron a las gamas del Rover 200 hasta el año 1995. Todos de dos litros con potencias variables desde 86 caballos hasta los 113 caballos que permitieron desarrollar velocidades de entre 168 km/h para el primer diésel de 1995, hasta los 184 km/h de las últimas versiones de 2002 a 2004. Con esta variedad de prestaciones de sus motores, el Rover 214 y los de la serie 200 siguen figurando en un lugar destacado entre los coches usados más populares, incluso más allá de las Islas Británicas.