Rover

En 2005 se fabrica el último Rover

La casa Rover, fundada en 1884 como fabricante de bicicletas, desarrolló en 1904 su primer automóvil, el Rover Eight, y desde entonces y hasta los años 60 se consolidó como fabricante de berlinas de grandes prestaciones y sólidos todoterreno como el Land Rover. En 1967, Rover entró a formar parte de la British Leyland Motor Company que, en 1982, se convirtió en el Austin Rover Group y, cuatro años después, en el Rover Group. Debido a sus diferentes fusiones, durante cierto tiempo bajo el paraguas de Rover se reunieron muchos de los automóviles británicos más legendarios, desde el Mini hasta los deportivos de MG y Triumph. En 1994, la alemana BMW compró al fabricante británico junto con todas sus marcas: Land Rover, Mini y Rover. En 2000 el grupo se dividió definitivamente. La marca Mini permaneció en manos de BMW, mientras que Land Rover pasó a formar parte del Grupo Ford para, ocho años después, ser absorbida por el consorcio automovilístico indio Tata. En un principio, las marcas MG y Rover continuaron su actividad con una nueva denominación comercial: MG Rover Group. En 2005, con la venta del grupo al fabricante chino Nanjing, la producción de Rover se suspendió definitivamente. Desde 2008, y bajo la denominación MG, el consorcio asiático comercializó una reedición del MG TF en Europa. Por el contrario, la empresa china Shanghai Automotive se hizo con los derechos de fabricación del Rover 75 y del Rover Streetwise. Sin embargo, y al no poder conseguir los derechos sobre el nombre Rover, el Rover 75 se siguió fabricando en China con la denominación Roewe 750.

Los utilitarios de Rover

Durante los años 80, Rover estuvo presente en el segmento de los utilitarios con el Rover Metro, modelo diseñado aún por Austin como sucesor del Mini. A partir de 1990, su participación estuvo garantizada con la serie del Rover 100 que se comercializó hasta el año 1998. Con el lanzamiento al mercado del Rover Streetwise en 2003 se presentó un modelo completamente renovado que, gracias a su equipamiento de alta calidad y a su estética similar a los Sport Utility Vehicles (SUV), supuso toda una nueva puesta en escena de la casa Rover.

Los compactos de Rover

En colaboración con Honda, y sobre la base del Honda Civic, a partir de 1984 Rover desarrolló su serie 200 destinada al segmento de los compactos. Los Rover 213 y Rover 216 eran berlinas de trasera escalonada con cilindradas de entre 1,3 y 1,6 litros. Con la generación posterior (XW) se presentaron los Rover 214 y 216, así como el Rover 220 diseñado sobre la base del Honda Concerto. Estos modelos también se fabricaron en los años 90 en versión cabrio y coupé. Hasta el final de la producción de la serie XW, Rover vendió más de un millón de unidades en todo el mundo, lo que la convirtió en la generación con mayor éxito de la historia del fabricante. Su sucesora fue la serie RF (1995-2000) bajo cuya denominación se fabricaron desde el Rover 218 con seis motores gasolina hasta el Rover 220 con tres mecánicas diésel. Antes del cese de la actividad de la marca Rover también se lanzó al mercado de los compactos el Rover 25, con un motor diésel de 2,0 litros y tres propulsores gasolina.

La clase media de Rover

En 1990 Rover introdujo en la clase media la serie 400 en versión berlina y familiar. Este modelo desarrollado sobre la base del Honda Concerto se comercializó entre los años 1999 y 2005 bajo la denominación Rover 45. Diseñada con el Honda Accord como modelo, entre 1993 y 1999 también se fabricó la serie 600 compuesta por los modelos Rover 618, 620 y 623. Su sucesor hasta 2005 fue el Rover 75, que se comercializó en versión berlina y familiar con motores de entre 1,8 y 4,6 litros, así como con propulsores V8 y diésel CDTi. Entre 1976 y 1987, Rover estuvo presente en el segmento medio superior con el SD1, así como con la serie 800 (1986 a 1999). Ésta última se fabricó tanto en versión berlina notchback y hatchback como en versión coupé.