Mercedes-Benz SL 280

La denominación SL corresponde a la expresión alemana Sport Leicht (deportivo ligero). En total se fabricaron 23.885 Mercedes-Benz SL 280 y más de la mitad se vendieron en Estados Unidos. Algunos famosos como John Travolta, David Coulthard o Kate Moss mantienen al Mercedes-Benz SL 280 como uno de sus vehículos habituales.

El Mercedes-Benz SL 280 y sus desarrollos

El chasis W113 de los Mercedes-Benz SL 280 salieron de las mesas de dibujo de los diseñadores Paul Bracq y Béla Barényi que fueron los autores de un rasgo distintivo de estos vehículos en su versión de techo duro, una línea patentada con una curva ligeramente cóncava que inspiró el apodo de pagoda para el 280. El desarrollo del Mercedes-Benz SL 280, en sus algo más de tres años de producción, adaptó la fórmula inicial de un coche deportivo exclusivo para convertirla en un turismo cómodo de grandes prestaciones técnicas y buenos acabados. Prueba de ello son algunos de los Mercedes-Benz SL 280 exportados a Estados Unidos que se adaptaron a los gustos particulares de aquel mercado, introduciendo cambios de cuatro velocidades con una quinta marcha opcional bajo pedido, pero con aire acondicionado de serie. Bajo esta fórmula especial se fabricaron 882 unidades. Un coche que forma una subserie americana, muy buscado hoy por los coleccionistas y por los amantes de los coches de segunda mano de calidad. Los vehículos comercializados en Europa fueron la versión estándar del modelo. Mantuvieron sus cambios y transmisiones manuales con cuatro velocidades y sin aire acondicionado. El Mercedes-Benz SL 280 introdujo algunas novedades en los vehículos de su gama que hasta ese momento eran inéditas, como una luneta térmica, luces de emergencia de serie y una llave única para todas las puertas (1969), faros halógenos para la luz de cruce, llantas de aleación también de serie y cerraduras con fórmula de bloqueo (1970).

Mercedes-Benz SL 280, innovación en la refrigeración

La modificación más importante que introdujeron los Mercedes-Benz SL 280 fue mecánica. La célula se actualizó con un motor M130 de 2,8 litros (2.778 cc) y 170 caballos de potencia. En el motor se incluyó una innovación que mejoró el rendimiento de la motorización. Se incrementó el diámetro de los cilindros emparejados del bloque en 4.5 milímetros, algo que optimizaba el nivel de refrigeración que incorporaba, además, sistema regulador de temperatura con aceite colocado verticalmente junto al radiador. Mercedes-Benz comprobaba el rendimiento de este sistema de refrigeración y la potencia en bancada evaluándolos con la puesta en marcha de cada motor por espacio de dos horas antes de instalarlo en las carrocerías. Un ejemplo del cuidado de la marca por mantener su nivel de exigencias en cuanto a calidad. Algo que valoran quienes buscan un coche usado fiable y duradero.