Mercedes-Benz CLK 240

Un deportivo de lujo de los que ya no se fabrican

El automóvil creado en 1996 por Mercedes-Benz, cuya segunda generación se lanzó en 2002 y se vendió hasta el 2010, era vehículo de cuatro plazas con motor delantero y tracción trasera que se podía adquirir en carrocería coupé o descapotable. Su estructura se basaba en la del Clase C aunque es cierto que tanto el diseño, como los motores y los precios eran más parecidos a los del Clase E. Llegó a un complicado mercado en el que competía con el Audi A5 y el Serie 3 de BMW.

Mecánica de 170 CV sobradamente preparada

Como se ha señalado en el párrafo anterior, la primera generación fue desarrollada en el año 1996, y duraría hasta el 2003 en el que se lanzó la segunda y última gama. Pero no sería hasta el año 2002 cuando nacería el modelo que incorporaba el motor de 170 CV (CLK 270). Pronto se convirtió en uno de los más vendidos del segmento, gracias a su buen funcionamiento y a la incorporación de motor diésel a toda la gama. En 2006 sufriría un importante restyling que cambió el diseño de la parte delantera, así como de las ópticas traseras y la modificación de elementos en su interior. La caja de cambios de 5 y 6 velocidades se sustituyó por una de 7 denominada 7G Tronic. En el año 2010 dejó de fabricarse como tal y pasó a llamarse Clase E Coupé.

Su mecánica de 170 CV es la segunda menos potente de la gama, solo por delante de los 163 que equipaba el 200 Kompressor. Su elevado peso (1.575 kilogramos) no le impedía acelerar de 0 a 100 km/h en solo 9,2 segundos y contar con una velocidad máxima de 236 km/h. Ofrecía un consumo algo elevado, debido en parte a su elevado peso: 10,8 litros/100 km.

Principales ventajas y desventajas

• Diseño rompedor para la época, con líneas muy marcadas y poco angulosas.

• Maletero de 435 litros de capacidad en versión cupé y 390 en la versión cabrio.

• Conducción suave y fina, gracias en parte a la suspensión McPherson que ya equipaba el Clase C.

• Es el motor de 6 cilindros menos potente de la gama. Aparece en el CLK del año 2002.

Uno de sus rivales directos sería sin duda el Serie 3 Coupé de BMW, un vehículo con prestaciones muy parecida, aunque con menor potencia. Aceleran de 0 a 100 en el mismo tiempo pero el Mercedes tiene una velocidad máxima 6 km/h por encima del automóvil de BMW. Por su parte, el BMW consume, de media, 1 litro menos de gasolina cada 100 km.

Características del motor y precios

Motor de gasolina V6 18v de 170 CV de potencia y 5.500 rpm, transmisión manual de 6 velocidades o automática de 5. La versión coupé de 2002 se podía encontrar desde 44.650 euros, impuestos incluidos. Por su parte, la versión Cabrio salió a la venta por 47.500 euros.

Equipamiento y niveles de acabado

La primera generación, fabricada entre los años 1996 y 2003, contaba con control de estabilidad, de tracción, antibloqueo de frenos y caja de cambios automática de 5 velocidades secuencial, o manual de 5 y 6 velocidades. La versión cabriolet, que aparecería más adelante, mejoraba las prestaciones del anterior modelo al incorporar climatizador, automatismo para las luces y limpiaparabrisas, programados de velocidad activo, volante multifuncional forrado en cuero y un largo etcétera.

Hay dos versiones de equipamiento: Elegance y Avantgarde, cuyas únicas diferencias son detalles de decoración interior y exterior. Todos los modelos llevan, desde al año 2202, ABS de serie, repartidor electrónico de frenada y servofreno de emergencia (BAS).

¿Por qué comprar un Mercedes-Benz CLK 240?

Una de sus mayores virtudes es la comodidad, tanto en su interior como en su conducción. Sus 170 CV de potencia responden con soltura a las demandas de los usuarios más exigentes, aportando suavidad, fiabilidad, seguridad y una insonorización difícil de encontrar en el mercado de esa época. El cambio automático aprovecha especialmente toda la potencia del motor. Una mecánica que además es resistente y pensada para durar por lo que si se cuida es un vehículo que puede durar muchos años.

Es además un vehículo tremendamente equilibrado tanto a nivel de tracción como se suspensión, con reacciones placenteras, rápidas y sensaciones en todo momento de ser un automóvil bien construido. Es cierto que tiene una leve tendencia al subviraje, pero es tan leve que es muy predecible y, por ende, fácil de conducir desde el primer momento. Por si fuera poco, el control de estabilidad fabricado por Bosch es todo un lujo, tan eficaz como práctico, especialmente cuando se producen sobrevirajes.

Es cierto que su consumo es algo elevado, pero se contrarresta con un nivel de equipamiento abrumador, en el que muchos de los elementos no estaban ni siquiera disponible en anteriores modelos y ahora vienen equipados de serie.