Lotus Elite

El diseño de este deportivo se inició en 1956 y, después de una serie de mejoras y modificaciones, fue presentado en octubre de 1957 en el emblemático Motor Show de Londres, convirtiéndose así en uno de los momentos culminantes de la historia de la prestigiosa marca. Este primer Elite contaba con un coeficiente aerodinámico extraordinariamente bajo, 0,29, una cifra sorprendente, puesto que en aquella época no se podían realizar estudios exhaustivos de aerodinámica. La producción del Elite de Lotus se prolongó hasta 1963, año en el que se lanzó al mercado el Lotus tipo 26. Lotus fabricó una segunda generación, de cuatro puertas, entre 1974 y 1980, y la última generación fue lanzada en el 2014.

Características, datos generales y curiosidades

La elegancia y la belleza atemporal destacan en este magnífico deportivo inglés, que ha envejecido mucho menos de lo que cabía esperar. La principal innovación que trajo el Elite al mundo del motor fue su chasis monocasco de fibra de vidrio (GFRP). Además, contaba con una carrocería de la que destacaba la aerodinámica, una suspensión autónoma a las cuatro ruedas, frenos de disco y un innovador motor de 1216 centímetros cúbicos. Con un peso de 560 kg este deportivo tenía la rigidez justa y precisa. De hecho, el Elite brilló en las carreras de coches, consiguiendo seis victorias en Le Mans. En 1960, la revista El Motor realizo una prueba al Elite que dio muy buenos resultados para la época: era capaz de alcanzar los 100 km/h en poco más de 11 segundos y tenía una velocidad punta de 180 km/h. El consumo de combustible, por su parte, era de 6,9 litros a los 100 km. Actualmente existen varios clubes de aficionados dedicados a este modelo de Lotus.

El Elite de Lotus, una verdadera pieza de museo

El elite tiene como principal característica su aire deportivo y un estilo propio que le dota de una marcada personalidad, la cual hace que sea difícil compararlo con otros modelos de la época. No obstante, se pueden hallar semejanzas con el Porsche 91 y el Alfa Romeo GTV, pero éstos, en comparación con el Lotus, eran demasiado caros, mientras que otros atractivos coches deportivos, como el Datsun 240, eran de fabricación japonesa y durante esa década eran blanco de prejuicios. Hoy en día es muy complicado ver circular por las carreteras a un Elite, aunque existen abundantes concentraciones de coches clásicos usados, donde el Elite hace acto de presencia para deleitar a los aficionados al mundo del motor. Coches usados, pero perfectamente conservados, que en la actualidad son auténticas piezas de museo y que muchos admiradores veteranos contemplan con añoranza.