Jaguar XK8

El Jaguar XK8 nació en el año 1996 para revivir el espíritu de la marca como fabricante de coches legendarios. Se trata de un deportivo con carisma propio, que recoge la herencia de modelos míticos de la compañía, como el Tipo E o el XK 120. De hecho, se ha convertido en todo un hito a conseguir dentro del mercado de los coches de segunda mano o usados.

Después de pasar por múltiples problemas económicos que pusieron en peligro el futuro de la marca, Jaguar quiso recuperar su tradición de fabricante de deportivos míticos. El Tipo E se convirtió en su modelo de referencia para intentar volver a disfrutar del esplendor del pasado como marca. El Jaguar XK8 nació como su heredero más directo en el año 1996, después del intento fracasado que representó el modelo XJS.

En la historia de la marca queda la frase con la que los encargados del proyecto quisieron definir el nacimiento del XK8: "el nuevo coche debe reflejar de forma actualizada el concepto clásico de los deportivos de la marca". Y la verdad es que la herencia del pasado está muy presente en este modelo de Jaguar.

El diseño del Jaguar XK8

Este deportivo, cuya imagen está muy lejos de los típicos coches que cualquier comprador espera encontrar de segunda mano, tiene un diseño espectacular. Su frontal con calandra ovalada, un largo capó delantero y las llantas de espectaculares dimensiones remiten de inmediato a los deportivos tradicionales fabricados en la mejor época de Jaguar.

Además, el lujo y la elegancia característicos de la marca también están presentes en su interior. El uso de maderas nobles y el diseño ovalado del cuadro de mandos le confieren el estilo propio de Jaguar.

El motor del Jaguar XK8

Sin duda, uno de los elementos que convierten al Jaguar XK8 en un deportivo con carisma propio es su motor. Se trata del primer ocho cilindros en V que la marca construyó en su historia, con una posición manual parecida en tacto a la de una transmisión convencional. Combinado con el cambio automático actual, ofrece un rendimiento de lujo.

Además, la conducción de este deportivo es mucho más fácil de lo que podría esperarse de un automóvil con 294 caballos de potencia. Su control de tracción, el complejo bastidor y la suspensión CATS hacen que sea un coche ágil y seguro, del que resulta un placer tener el volante.