Fiat 600

Desde el inicio se pensó como un vehículo compacto, económico y con un excelente rendimiento, más del estilo del Renault 4 o el 2CV que del Mini o el Escarabajo, que tenían unas prestaciones muy superiores. Cuando empezó a producir el 600, Fiat tenía ya otros modelos parecidos, como el Fiat 500 y el 800, pero el diseño del 600 vino a llenar un nicho de mercado que demandaba un coche de estas características. Aunque cambiaría bastante en ediciones posteriores, la primera versión del Fiat 600 medía poco más de 3 metros, pero era capaz de transportar a cuatro pasajeros y aún reservaba algo de espacio para el maletero. También alcanzaba una velocidad de 95 km/h, que no es estaba nada mal para las carreteras de 1955. En cuanto al nombre de 600, viene de la cilindrada de su motor inicial, de 633 cc. Esta denominación se mantuvo en todos los países donde se fabricó, aunque cambiara la marca. En España, por ejemplo, se conoce como SEAT 600. Más recientemente, Fiat ha reeditado este modelo con la denominación Fiat Seicento, primero, y nuevamente Fiat 600 a partir de 2004, aunque con un diseño completamente renovado.

Un modelo de éxito

Verdadero ejemplo de automóvil compacto, las dimensiones del Fiat 600 son 3,22 metros de largo, 1,3 metros de ancho y 1,4 metros de alto. Y por increíble que parezca, es un coche de cuatro plazas. Más aún, el 600 Multipla, con solo 50 cm más, puede presumir de ser el primer monovolumen de la historia, ya que tenía capacidad para 6 personas. Pero esta no es la única característica que lo hace diferente. Para empezar, tenía solo dos puertas, que en las primeras unidades se abrían hacia atrás. Esto cambió pronto, ya que a menudo se abrían en cuanto empezaba a rodar. Otra cosa que sigue llamando la atención es que el motor esté situado en la parte trasera. Por cierto, cada uno de los motores de las distintas versiones del 600 tuvo tan buena acogida que Fiat los instaló también en los modelos que se convirtieron en sus sucesores naturales, el Autobianchi A112, el Fiat 127, el Fiat Panda y el Fiat Uno, entre otros. Por otra parte, Abarth, que fabricaba piezas para los modelos de competición, introdujo dos mejoras largamente esperadas: la quinta marcha y un radiador de agua para mejorar la refrigeración. Visto lo visto, los afortunados poseedores de un Fiat 600 tienen algo más que un coche usado. Para muchos de ellos, es un orgullo poder mostrar un vehículo que han restaurado ellos mismos y, de paso, dar a conocer el modelo a las nuevas generaciones.

Evolución constante

El Fiat 600 cuenta con numerosas versiones, en parte debido a que su producción se adaptó a las necesidades de los países donde se fabricaba y en parte por su dilatada historia. Por ejemplo, en Argentina, donde se lo conoce popularmente como "Fitito", se fabricaron al menos cuatro versiones del modelo inicial: el modelo D incorporaba ya un motor de 767 cc, que rendía una potencia de 32 CV en comparación con los 28 CV de su antecesor; el modelo E, por su parte, fue el primero que instaló puertas con apertura a favor del viento; el R introdujo cambios estéticos que permanecerían inalterados durante casi siete años; y el S aumentó la potencia del motor hasta los 38 CV. En España, por su parte, el SEAT 600 también evolucionó hacia versiones un tanto diferentes como el 600 Descapotable, el SEAT 800, que tenía cuatro puertas, o los vehículos industriales como la Formichetta y el 600 Comercial. Pero también experimentó cambios de interés en la antigua Yugoslavia, donde la marca ZASTAVA adoptó en varias ocasiones modelos italianos originales y les incorporó mejoras tecnológicas para luego comercializarlos con éxito en medio mundo.