Ferrari Testarossa

El Testarrosa cautivó a medio planeta gracias, no sólo a su cuidado diseño, sino también a sus excelentes prestaciones, dado que este turismo corría con un motor bóxer trasero de doce cilindros que podía alcanzar los 286 Km/h, que tenía una potencia de 390 CV y del que se fabricaron más de 7000 ejemplares. Para competir con este mito automovilístico, la casa Lambourghini presentó su Countach, que si bien no gozó de la popularidad de este modelo de Ferrari, sí era superior en cuanto a potencia.

Diseño ideado por Pininfarina

A pesar de su espectacular diseño, de su masiva aceptación por el más selecto público y de sus múltiples virtudes, el Ferrari Testarrosa presentaba un gran defecto: debido a la posición del motor, en su interior se alcanzaban temperaturas muy elevadas, problema menos molesto en sus versiones descapotables.

El coche más caro de la historia

La desmedida popularidad del que se considera el coche más caro de la Historia ensombreció a otros modelos no menos potentes de Ferrari, como el 512 TR, un deportivo dotado de nuevo colector de escape, mejor calibración del sistema de inyección y otras interesantes novedades. La misma suerte corrió el F512M, un automóvil del que solo se han fabricado 500 ejemplares y que podía presumir de mayor compresión, pistones con forja de aluminio y motor más ligero.

En el año 1988 veía la luz uno de los más curiosos modelos, el Ferrari Testarrossa F90 Speciale, un misterioso automóvil con diseño futurista del que sólo existen seis unidades, todos ellas propiedad del Sultán de Brunei y cuya existencia no llegó a ser conocida ni siquiera por, fundador de la escudería.