Dodge Nitro

El resultado fue presentado en 2006 con el nombre Dodge Nitro que representaba nada más y nada menos que lo que los clientes esperaban de un Dodge: Sobre todo una puesta en escena imponente. Una parrilla que se eleva en ángulo recto, un paragolpes abombado, pasos de rueda ensanchados, enormes espejos exteriores y unas anchas estriberas para facilitar el acceso dominan el aspecto exterior del Dodge Nitro desarrollado sobre la base del Jeep Liberty. El Nitro fue el primer SUV de esta marca, tras el todoterreno Raider, desde el año 1990. Dado que, coincidiendo con la nueva orientación del grupo Chrysler tras la separación de Daimler en 2006, la marca Dodge debía consolidarse también en Europa, poco después de su lanzamiento al mercado el Nitro también emprendió viaje hacia al viejo continente. La única concesión para el nuevo mercado fue que el Dodge Nitro se ofrecería también en versión diésel para los clientes europeos.

El Dodge Nitro reúne todas las características del clásico SUV norteamericano

Casi dos toneladas de peso, más de 4,45 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,77 metros de altura. Con estos números, el Dodge Nitro mostraba todas las características de los primitivos SUV norteamericanos y no sólo en sus formas, sino también en sus dimensiones. Dado que, a pesar de su exterior marcial, que se mantuvo en los modelos europeos incluso después de la desaparición de las estriberas, el Dodge Nitro había sido diseñado más bien para un uso en carretera, éste se fabricaba de serie con tracción trasera. La tracción integral conectable sólo estaba disponible de forma opcional, aunque posteriormente pasó a formar parte del equipamiento de serie de los modelos destinados a Europa. Las cajas de cambio disponibles eran un cambio manual de seis velocidades, así como dos versiones automáticas con cuatro y cinco marchas.

Una versión diésel del Dodge Nitro exclusivamente para el mercado europeo

Aunque en los EE.UU. el Dodge Nitro se equipaba con dos propulsores de gasolina diferentes de 3,7 litros de cilindrada y 151 kW (205 CV), así como de 4,0 litros y 191 kW (260 CV) de potencia, los clientes europeos también se podían decantar por una variante diésel con filtro de partículas de hollín. El motor diésel de 2,8 litros de cilindrada, fabricado por un constructor italiano, desarrollaba 130 kW (177 CV). Según indicaciones del fabricante, el consumo medio de los modelos diésel con cambio manual era de 8,4 litros, lo que equivalía a unas emisiones de CO2 de 222 g/km.