Citroen DS5

El primer representante de este nuevo estilo llegó a los mercados en 2009 en la categoría de los utilitarios y se trataba del Citroën DS3 desarrollado sobre la base del Citroën C3. Ya en ese momento el fabricante francés perteneciente al grupo Peugeot anunció su intención de seguir ampliando la familia DS. El siguiente paso fue el Citroën DS4, un modelo enmarcado en la clase compacta y que aprovechaba la tecnología de la berlina Citroën C4. En la década de 1960, el recién estrenado Citroën DS, considerado por aquel entonces un modelo avanzado gracias a su diseño y su innovadora tecnología hidráulica, logró imprimir un nuevo impulso al segmento intermedio. Por este motivo, resultaba lógico hacer resurgir la tradición DS con un modelo más grande. Esto ocurrió con el Citroën DS5 introducido en los mercados de medio mundo en el año 2011.

Un concepto Cross-over para el Citroën DS5

A la hora de concebir el Citroën DS5, los ingenieros apostaron por una suerte de todocamino que hacía que el DS5 ofreciera una imagen mezcla de berlina, monovolumen y coupé. No obstante, en términos técnicos el Citroën DS5 está basado en el monovolumen compacto Citroën C4 Picasso. En comparación con los modelos de gran altura de la categoría de los monovolúmenes, el Citroën DS5 contaba con una carrocería que se levantaba apenas 1,50 metros y que gracias a una longitud de aproximadamente 4,50 metros hacía posibles unas elegantes líneas coupé sin tener que asumir las limitaciones de espacio en su interior. De esta forma, el Citroën DS5 ofrecía espacio para cinco pasajeros, así como 465 litros para equipaje en el compartimento de almacenamiento. El Citroën DS5 presentaba también la imagen de marca de la familia de modelos DS presentada en el año 2009 que se caracterizaba por una gran parrilla flanqueada por enormes entradas de aire y una zaga relativamente elevada.

Una versión híbrida diésel para el Citroën DS5

La imagen innovadora que el fabricante había asociado al resurgimiento de la denominación Citroën DS no sólo tenía su reflejo en el diseño exterior. En el apartado de la tecnología de motor el Citroën DS5 también constituía un referente tecnológico.  En el momento de su llegada al mercado los franceses presentaron su todocamino con un motor diésel híbrido poco visto en aquella época. El propulsor diésel desarrollaba hasta 147 kW (200 CV) y recibía la ayuda de un pequeño motor eléctrico. La principal ventaja de esta técnica diésel híbrida era que con un consumo de aproximadamente 3,8 litros a los 100 km/h era posible reducir las emisiones de CO2 por debajo de los 100 g/km. La gama de motorizaciones se completaba con mecánicas diésel y de gasolina convencionales como las que montaba también el Citroën C4.