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Llegó al mercado para competir de tú a tú con los Mercedes Benz que por aquella época eran dominadores absolutos del mercado.
Tres mecánicas diferentes en solo 6 años de vida.
Tanto su chasis como su motor provienen del Cadillac Eldorado. Igualmente comparte ciertos componentes con el Buick Reatta, el Riviera y el Oldsmobile Tornado. Como se ha señalado en el párrafo anterior, la estructura fue diseñada y construida por Pininfarina en Italia y acoplados posteriormente en la planta que la firma estadounidense tiene ubicada en Hamtrmck, Michigan.
No hay que olvidar que es un vehículo tremendamente exclusivo del que solo se construyeron 21.000 unidades. Es por eso que su precio, 54.000 dólares, estaba muy por encima de cualquier otro modelo de la firma por aquella época (a excepción del XLR que con 90.000 euros pertenecía a la gama más alta de la compañía).
Originalmente montaba un motor de gasolina a inyección 4.1 L V8 Ht-4100. En 1989 se actualizaría, aumentando a 4.5 L V8, siendo capaz de entregar 200 CV de potencia. Hasta 1993, año en que dejó de fabricarse, no se incorporaron muchos más cambios. En 1992 el motor pasaría a ser un 4.6 L DOHC V8 Northstar, pasando en primer lugar a tener 290 CV y luego 295. Además, se añadió un nuevo sistema de control de suspensión trasera que ya equipaban el Seville y Eldorado y una interesante mejora de los frenos de disco, así como una defensa delantera más baja y una ventanilla lateral única (ya que antes estaba dividida en dos).
Principales ventajas y desventajas
Líneas de diseño muy atractivas para la época, sencillas pero elegantes.
En el interior predominaba la piel y la madera, lo que aumentaba aún más su elegancia.
Habitabilidad reducida debido a una distancia entre ejes muy limitada.
La conducción era muy complicada, resultado de la transmisión de la rueda delantera.
- Mecánica muy potente, evolucionada con los años. Alcanzó los 295 CV de potencia.
- El precio de la época adaptado a la actualidad ronda los 64.843 dólares en la versión cabrio.
Sus principales rivales de la época fueron el Jaguar XJS 12 V12 y el Mercedes-Benz 300 SL, ambos más caros (71.888 y 90.335 frente a los más de 64.000 del Allanté).
Gama de motorización y precios
Durante sus 6 años de vida contó con tres motores diferentes. El primero de ellos fue un 4,1 L V8 HT-4100 con transmisión automática F-7 de cuatro velocidades. Entregaba 170 CV de potencia.
El siguiente motor, equipado entre 1989 y 1992 era un 4,5 L V8 HT-4500 con la misma transmisión que el anterior y una potencia de 200 CV.
Por último, durante el año 1993 incorporó un 4,6 L V8 Northstar L37 con transmisión automática de 4 velocidades T80-E y 289 CV de potencia.
Equipamiento de serie disponible
Pese a no contar con grandes lujos a nivel de instrumentación, si que incorporaba novedosos sistemas de ayuda a la conducción y de seguridad, como el control de crucero y de luces. Contaba asimismo, de manera opcional, con limpiadores de faros, control de tracción, climatizador automático, llantas de aleación y sistema de freno antibloqueo en las cuatro ruedas. Los colores especiales de pintura eran igualmente opcionales. En el interior predominaban los acabados de madera, las molduras de buena calidad y el cuero en los asientos.
¿Por qué comprar un Cadillac Allanté?
Contaba con tracción delantera (FWD), algo realmente extraño en los deportivos de esta época, ya que se creía que esta configuración provocaba un fuerte subviraje en curvas pronunciadas. Pero esto se debía a que el equilibrio no era bueno, algo que no ocurría en el caso del Allanté. Siempre fue un vehículo rápido y ágil, que llegó a contar con un motor de hasta 295 CV de potencia. Muchos expertos y revista de la época lo situaron en 1992 por encima del Jaguar XJS V12 convertible y del Mercedes Benz 300SL, algo impensable en los primeros años de vida del deportivo de Cadillac. También es cierto que, pese al buen funcionamiento de su motor, fue criticado por su difícil manejo. El sistema de producción, en el que la carrocería era diseñada y producida en Italia y transportada en avión hasta Michigan era muy costosa, algo que repercutió negativamente en el precio final del coche. Fue el primer roadster lujoso de Cadillac, y para muchos fue un experimento fallido pero lo cierto es que ahora se trata de una interesante pieza de coleccionista para todo amante del motor que se precie.