Audi RS2

Siguiendo el éxito de modelos como BMW M5 y el Mercedes 500E (posteriormente E500), ambos fabricados por Porsche, Audi se plantea un paso más para poder competir entre los vehículos de alta gama.

El Audi RS2 se convirtió, gracias a su diseño, en una obra de ingeniería de competición, ya que, además de ser el precursor de los deportivos familiares de las décadas posteriores, la carrocería elegida para el lanzamiento, exclusivamente Avant, fue una de sus señas de identidad, junto a la potencia de su mítico motor. Audi equipó al RS2 con todos los adelantos propios de la época, como los faros de xenón, o en el mercado español, el doble airbag. Además, el ABS más EDS era de serie, por lo que la conducción era mucho más suave.

Respecto a su habitáculo, los asientos Recaro estaban tapizados en cuero y alcántara, o cuero integral. Su evolución ha sido asombrosa y se ha convertido en una saga que aún sigue vigente, muy apreciada en Alemanía, su país de origen, como en EE.UU donde el Audi RS2 es una auténtica pieza de colección muy cotizada. En el año 2.000, el Audi RS2 evolucionó al RS4, lo que supuso un paso más en la evolución de este modelo.

Carrocería y motor, señas de identidad de Audi RS2

Es el motor del Audi RS2 el que merece mayor atención. Se trata de un motor longitudinal por delante del eje delantero, una distancia entre ejes discreta, y un reparto inicial de la tracción 50:50. Un motor 2.2, 5 cilindros, 20 válvulas turbo que declaraba 315 CV a 6.500 revoluciones. La potencia se transmite al suelo por la eficiente tracción integral Quattro que cuando se fabricó, conservaba el bloqueo del diferencial central mediante botón. Otra de sus novedades eran los frenos, con pinzas de 4 pistones Brembo y un diámetro 300 mm, poco habituales para la época. La unión de Audi y Porsche suponía que muchos de los componentes eran fabricados por Audi, pese a que el RS2 era fabricado por Porsche en sus instalaciones de Zuffenhausen en Alemania.