Alfa Romeo 155

El Alfa Romeo 155 de cinco puertas, fabricado de 1992 a 1998 (y relevado ese mismo año por su sucesor, el Alfa Romeo 156), puede ser considerado como una síntesis de deportivo y sedán de gama media. La versión menos potente del Alfa 155, el 1,6 TS, hace gala de sus 115 CV y una velocidad máxima de más de 180 Km/h. Finalmente, el Alfa 155 2,0 ofrece incluso una cilindrada de 2 litros y una potencia de 150 CV. Este modelo está equipado, como todas las demás versiones, con un motor de cuatro cilindros 16 V y tracción delantera.

Siguiendo la tradición de Alfa Romeo en cuanto a comportamiento en carretera y manejo, como cabe esperar, se merece la máxima puntuación, aunque se deban mencionar algunos puntos débiles, como por ejemplo su tendencia a la corrosión en las mordazas de freno del eje trasero o un desgaste relativamente rápido en el motor de algunos componentes como la correa de distribución o la junta de culata.

A pesar de que su diseño italiano convence en todos los sentidos (superando claramente en algún que otro aspecto a automóviles de características comparables como, por ejemplo, el BMW 316i) y de sus innumerables extras de serie en cuanto a comodidad, así como de contar con todos los dispositivos técnicos de seguridad necesarios, deben destacarse algunas deficiencias en la carrocería y en el habitáculo. Hacemos mención especial de las siguientes: falta de estanqueidad en las juntas de las puertas y el maletero, tendencia a las averías en algunos puntos del sistema electrónico (sobre todo los elevalunas eléctricos y el ajuste de los retrovisores y los asientos), el castañeteo y crujido de algunas partes del revestimiento de plástico en curvas y a bajas temperaturas. Otra deficiencia reside en el alto consumo de gasolina, de más de 8 litros cada 100 Km, independientemente del modo de conducción. No obstante se le puede ceder el paso a la versión turbodiesel; a este respecto, seguro que tampoco los modelos Alfa 1,9 TD o 2,5 TD decepcionan a los conductores deportivos.